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—¡Alto!—Exclaman desde las sombras de forma autoritaria.

La castaña suspira y se detiene, no porque se lo pedían; lo hacía por ella. Necesitaba afrontar la realidad, estaba en zona de guerra, tarde o temprano todos lo sabrían.

—Da la vuelta lentamente para poder ver tu cara, criminal—demanda una voz profunda y con aires de superioridad.

Por unos instantes, la castaña deseo que su manifestación no fuese real para no afrontar la realidad que estaba detrás de ella.

Pero bruscamente, una mano la toma del hombro para hacerla voltear, ahí fue cuando sus piernas flaquearon por primera vez.

Detrás de aquella máscara, Wynona pudo reconocerlo, verde  contra azul una vez más después de años y años sin saber lo que se sentía permanecer firme ante esa intensa mirada.

Sin embargo, su cuerpo la traicionó cuando el chico no pareció reconocerla, y el instinto asesino para desaparecer o intentar huir de esa incómoda situación se enciende.

Se había imaginado algunos escenarios en su cabeza cuando llegó a Gótica, y una batalla campal con Robin fue una de sus primeras opciones.

Por supuesto, no quería presumir de sus habilidades después de años de entrenamiento en la Liga de los asesinos, pero Wynnona podía patearle el trasero a Damian Wayne aunque estuviese golpeada y adolorida.

Pero en ese instante, no valía la pena, solo quería acabar y llegar al verdadero objetivo para entregarle el usb que llevaba en el bolsillo de su chaqueta de cuero.

—Bandera blanca—Murmura por lo bajo, soltando al azabache del cuello para dejarlo libre—Te ves más débil, Robin.

—Lo dice la criminal que parece abollada por 10 camiones—Comenta de manera sarcástica, no permitiría que una extraña arremetiera contra su ego.

—Diría que me dolió, pero desde esa perspectiva... una criminal abollada por 10 camiones te estaba pateando el trasero—Se burla, y el Robin frunce el ceño molesto.

¿Quién se creía que era? ¿Y por qué le irritaba tanto? Ni siquiera el Joker lo hacía tanto, al menos no desde que ocurrió todo con Wynona hace 4 años.

Para Damian, pensar en ella aún seguía consumiéndolo, tal vez esa su profunda pena y eterna cruz, sobre todo cuando no sabía nada de ella... ni la tecnología de empresas Wayne pudo localizarla.

—No tengo tiempo que perder... evitémonos el juego de palabras y prepárate mentalmente para la prisión, porque ahí es donde perteneces

—Ahh... al parecer alguien es más aburrido que la última vez que lo vi—Bufa la de ojos azules, y finge arreglar su despeinado cabello—Ahorremos la charla y llévame con tu jefe, tengo que hablar con él.

Desconcertado, Damian levanta una ceja bajo la máscara y suelta una risa burlona, ¿Quién se creía que era?

—Aunque me obligases, ¿Qué te hace pensar que le haría caso a alguien como tu?

—¿Alguien como yo?—Cuestiona ofendida, y Wynona quiso gritarle al instante, no había cambiado nada, una parte de ella se reía por colmarle la paciencia tan fácil... pero la otra parte, solo pensó si Robin era así con todas las criminales mujeres con las que combatía.—¿Conoces a más criminales como yo?

—Solo una... pero no era una criminal, de hecho, no creo que le llegases a los talones—Responde sin pensar, y Damian se golpea mentalmente.

Era la primera vez que decía más de tres monosílabos a un criminal, ¿Qué hacía a aquella linda e intrigante castaña tan especial?

—Bueno, no necesito llenar lo zapatos de alguien... seguro era débil como tu estilo de pelea—Comenta la de ojos azules, y una chispa se enciende en el justiciero.

Hablar sobre Wynona era un tema sensible para él, y por mucho que lo tratase no podía controlarlo; pero jamás permitiría que alguien como esa criminal hablase de esa forma de ella.

En estilo de ofensiva, el hijo del proclamado murciélago de gótica se arremete contra la chica, que finalmente saca su verdadero potencial.

Una vez más desconcertado cuando la castaña logra tumbarlo contra el suelo, Damian, con una agitada respiración y debajo de la chica, no pudo evitar murmurar un "¿Quién eres?"

Reconocía ese estilo de lucha, lo haría con lo ojos cerrados, pero ¿Quién era aquella chica? Y, ¿Por qué la liga de los asesinos regresaría a Gótica? ¿Su madre acaso también la acompañaba?

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando siento un calor en sus labios, su tiempo de reacción fue nulo cuando supo que la chica sobre él lo estaba besando.

Quizo separarse pero su cuerpo no lo permitió, por alguna razón, sentía que ya vivió eso en el pasado, reconocía esa sensación que solamente una persona le proporcionó pero... no era ella, no podía serlo.

¿Acaso estaba tan demente como el Acertijo?

—Hola, mallitas—Pronuncia en voz baja y agitada la castaña ante un estupefacto e inmóvil Damian Wayne, quién en ese momento supo que no estaba loco.—¿Me extrañaste?

—Wyny... —susurra afirmativamente y casi sin voz.

Por supuesto que lo era, era ella.

Era Wynona, pero no era su Wyny.

Tal vez nunca podría serlo.

LATCHᴰᴬᴹᴵᴬᴺ ᵂᴬᵞᴺᴱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora