Capítulo 21: Detective

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Amanecía en Smallville. En la cocina de la granja Kent se encontraba Clark, sentado a la mesa, con la mirada fija en la suerte de reloj solar que tenía en la mente. Un artilugio que pertenecía a la nave espacial que lo había traído a la tierra.

El reloj de sol estaba iluminado en casi todas las secciones.

-Oye, ¿no solías dormir? -escuchó la voz de Lana que sonó a su espalda.

La doctora Lang se apoyó sobre los macizos hombros de Clark.

-¿Qué es eso? -preguntó intrigada por el artefacto que tenía entre sus manos.

-La nave que me trajo usa como combustible la kryptonita.

Lana rodeó la mesa y se sentó frente a él interesada en su explicación.

-Al ponerla en marcha, analiza automáticamente su propio tipo de combustible. Como un auto escaneando para ver si pones combustible de alta o regular calidad en el tanque.

-Mi coche me odiaría -dijo Lana un poco sonrojada.

-Tengo una prueba con kryptonita -Clark continuó con su explicación, serio como de costumbre-. Espero que mi nave pueda reconocer su subtipo. Tal vez la pueda vincular a algún adversario anterior.

-Por eso volviste, Clark...

Pero Clark Kent ya se había puesto de pie y abandonando la cocina se dirigió hacia afuera de la casa rumbo al granero. Lana fue tras él.

En el exterior se acumulaban ominosas nubes oscuras. Un panorama bastante conocido para cualquier poblador de Kansas.

-Se acerca la tormenta -habló Clark mirando el horizonte.

Lana no dijo nada.

-¿Cuál es el precio de los actos heroicos? -prosiguió hablando Clark- Evita un asesinato y el asesino queda libre. Salva una vida y como resultado mueren decenas más -ahora su mirada se dirigió al granero-. ¿Qué pasa si no entro y no leo el escaneo? ¿Qué pasa si dejo de intervenir, solo me quedo aquí en Smallville y tengo una vida normal?

Como en respuesta a sus palabras el reloj de sol emitió un pitido. Todas las secciones del artilugio brillaban. El escaneo finalmente se había completado.

Pero Clark seguía sin avanzar.

-No soy humano. ¿Quién soy yo para hacer justicia a la humanidad?

Lana lo miró. En sus ojos había admiración, esperanza, pero también había un innegable destello de tristeza.

-Eres Superman.

Clark solo se limita a mirarla sin responder nada. Lana añadió:

-Anoche fingiste ser simplemente Clark Kent. Y te deje fingir. Pero no lo eres. Nunca lo serás -Clark trató de interrumpirla, pero ella habló con firmeza-. Puedes ser extraterrestre, Clark. Puedo ser humano y eso nos hace diferentes. Pero es nuestra ceguera lo que nos hace iguales. Humanos, kryptonianos, ninguno de nosotros sabe lo que traerán nuestras acciones. Entonces actuamos en ignorancia. Todos los días. Cada hora. Creer, a pesar de todas las pruebas de lo contrario, que podemos salir bien. Es esa creencia la que nos hace comunes. Es nuestra fe la que nos hace humanos.

Al terminar Lana le apartó un mechón de la frente.

-Hacemos el bien porque creemos en el bien -le dijo finalmente.

-No es tan simple.

-Sí, lo es -insistió ella, luego se inclinó hacia él y le dio un suave beso en la boca, un beso cargado de sueños y promesas- Tengo que ir al hospital. Turno de mañana.

Ella empezó a alejarse en dirección a su auto.

-No creas que estoy siendo desinteresada -seguidamente hizo un gesto hacia el reloj de sol en su mano-. ¿Cuánto tiempo podrías dejar tus respuestas olvidadas en la mesa de la cocina? ¿Cuántos gritos de ayuda ignoraste antes de empezar a odiar lo que habías hecho? Y a mí por dejarte.

Siguió su camino, pero se dio vuelta para mirar una vez más a su primer y gran amor.

-¿Cómo pudiste sentarte y dejar que la naturaleza siguiera su curso, sabiendo que podrías salvar cien vidas? Sabiendo que podrías salvar a una sola. No puedes ser el hombre que llega a casa de después de un día duro con rosas. Porque tu día nunca termina. Eso es una suerte para el mundo. Es una mala suerte para mí. Y para ti. Adiós, Clark Kent.

Y tras decir esto caminó a su automóvil ya sin mirar atrás. El cielo se oscurecía cada vez más.

BATMAN VS SUPERMAN: ASYLUMOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz