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Una noche serena, fría, encantadora, nubes grises surcando por todos lados y a todas direcciones y con la Luna en la cúspide de las estrellas, una noche que le enamoro un poquito mas a un joven JiMin.

— Mírate, tan sencillamente tú — Le dijo JiMin a su gran amor — ¿Cómo decirte con palabras cuan perfecto eres? — Quedo asombrado con lo bonita que era la noche, su sentimiento por ésta era inefable, tan inmenso como el mismo cielo, tan difícil de explicar — Me recibes con una noche tan hermosa que casi olvido lo que te vengo a contar.

Sus ánimos decayeron un poco, las lágrimas se asomaban, pero no caían, no aún.

— Hoy cuando mi padre llegó — Comenzó — Lo hizo borracho, y...Le reclamo a mi madre de la comida, aún no estaba lista, y es que tú sabes que ha estado mal, n-no puede siempre hacerlo y yo no s-sé...— Su voz se empezó a quebrar, las lágrimas vinieron con mas potencia. — Entonces, comenzó a golpearla y yo, y como me metí y...Y me golpeó a mí...

Había comenzado a hipar, intentando no hacerlo muy fuerte pues seguro se escucharía hasta el piso inferior.

Y es que ¡joder! Claro que no era la primera vez, pero en cada una de esas era tan insoportable. Los gritos, el dolor, el miedo...

Después de calmarse un poco, siguió.

— Mi mamá interrumpió, aunque fueron pocos golpes, fueron t-tan duros —Acarició sus brazos, donde habían marcas y moretones —, por eso vine aquí, contigo, no puedes curarme la piel pero si el alma...Siento que sólo con tu existencia, me basta para ser valiente en esta vida que no elegí, en la vida que me toco admirarte. — Sonrió tan grande que parecía que todo era perfecto. Que el dolor solo era humo en el aire y pronto lo dejaría de respirar. Dejándose de sentir un poco menos patético. 

— Me tengo que ir, aún me duele el cuerpo y quiero descansar. Sé precioso para mí, ¿puedes? — Miro demasiado alto, justo arriba de su cabeza, como implorando con toda devoción — Descansa, llena de color cada segundo mientras existas ¿si? — Se marchó con algo de esfuerzo, sin notar que de un momento a otro, gruesas gotas de lluvia comenzaban a caer.

Porque no importaba cuantos golpes recibiera JiMin si el cielo estaba allí para consolarlo con su existencia.

Sin saber que la de JiMin, también consolaba al cielo.






El chico que se casó con el cielo ✨ YOONMIN/JIMSU ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora