- 12 -

35 2 0
                                    

~Estar a salvo~

Lana no sabía exactamente a dónde ir. Simplemente sabía que debía buscar a la pareja que estaba celebrando su aniversario en el pueblo y poco más.

Por eso mismo corrió más de lo que pudo, casi cae por las escaleras que llevan de su hogar al resto de casas, y evitó parar a pesar de estar muy cansada.

Lo único que atinó a hacer antes de salir fue tomar su bolso, pues sabía que dentro tenía sus llaves para volver a casa, aunque siempre estaba preparado con algunas cosas mas que siempre podían ser útiles.

Era una emergencia y estaba dando todo de ella para llegar a tiempo.

Aunque, en cuanto llegó a la primer calle mas cercana, supo que era tarde.

Su mayor evidencia de eso era la cantidad de gente reunida en la entrada de la biblioteca, a la cuál parecía faltarle una de las dos puestas y, como si eso fuera poco, podía escuchar los gritos exclamando cosas inentendibles sobre "su mano derecha".

Se adentró en el lugar, donde vio como el mismo chico encontraba apretando el estómago de su pareja mientras lloraba y gritaba.

No había suficientes médicos en Karmaland que pudieran salir del hospital a tratar a pacientes fuera y, aunque a muchos les gustaría poder hacer una excepción por la pareja de uno de sus compañeros, realmente no tenían el tiempo que requeriría algo como eso.

Y la biblioteca estaba literalmente en la otra punta del pueblo.

Aunque, estando el herido consciente, le daba algo de esperanzas de que las cosas realmente podían terminar bien.

Por eso mismo, Lana se metió entre la muchedumbre y se acercó a la pareja.

- ¿Puede levantarse?- Preguntó rápidamente al estar cerca de ellos y distinguir la posición en la que estaban: El herido recostado sobre el otro, quien le abrazaba para apretar con fuerza la herida.

Las lagrimas no permitían que el de cabellos marrones pudiera ver mucho a su alrededor, pero asintió. Luego, recordó que estaba evitando la hemorragia del estómago de su pareja y negó, aunque, con algo de duda, meneó su cabeza.

Realmente ni él sabía qué podría hacer y qué no, pero definitivamente dejar a su pareja ahí no era una opción, sin importar los planes de la desconocida.

Aunque Lana, pensando fríamente las cosas, supo que hacer.

Tomó de su bolso una bufanda de una tela plástica muy extraña, que no recordaba por qué tenía, y comenzó a rodear con fuerza el cuerpo del castaño.

Esto sorprendió mucho al otro chico, que veía como una civil, sin experiencia en salas de emergencias con él, podía reaccionar con mas tranquilidad a esta situación... Tal vez era por eso que los médicos no podían tratar a sus familiares.

Luego, la chica, tomó la tabla de madera que alguna vez funcionó como puerta y colocó al peli anaranjado sobre ella con mucho cuidado. Debían transportarlo a un lugar seguro.

- Lolito, sé que te duele pero necesito que hagas presión en tu herida mientras nosotros te llevamos, no sé cómo te subiremos a casa de Luzu pero eso lo iremos viendo- El chico simplemente asintió, sin estar del todo seguro de las cosas.

Si no fuera porque estaba atravesando el dolor más grande de su vida, le agradecería, aunque también estaba algo asustado de lo que podría pasar a continuación.

- ¿No sería mejor llevarlo al hospital?- Preguntó Auron, mientras intentaba incorporarse.

- No lo sé, me dijeron que era peligroso, supongo que esto es cosa de Fargan y que ya lo saben pero hay pingüinos en todas partes que podrían matarnos si lo quisieran.

Y con eso lo entendió todo. Nunca había atendido a un herido de bala, pero había estudiado para ayudarlos y sabía qué hacer en emergencia pero necesitaría a un médico urgentemente para determinar qué tan jodido estaba.

La bala ingresó de manera transversal en la parte derecha de su estomago, por lo que no podía saber si algún órgano había salido herido o no a simple vista, de ser así realmente necesitaría ir a un hospital ahora mismo y no a la casa de su amigo, pero teniendo en cuenta lo peligroso que eso significaría, comprendió que la responsabilidad recaía completamente en él ahora.

Él debería hacer uso de sus pobres conocimientos y nula experiencia para hacer que su pareja sobreviviera.

Y, aunque lamentaba la imprudencia de los actos ajenos, los agradecía de cierta forma, porque él podría mover cielo y tierra para sanarlo, a él o a todo el que lo necesitara porque, aunque sabía que Lolo era impulsivo, cosa que servía para actividades que causen miedo a los demás, ambos sabían que, como sanador, Auron era mas útil al final.

Una vez ambos de pie, levantaron la tabla y comenzaron a caminar. Rápidamente, todos los espectadores abrieron paso para dejarles pasar, algunos volviendo a seguir su vida normal, otros, observándolos hasta perderlos de vista.

Cuando estuvieron al pie de la montaña, pararon a descansar, dejando a Lolito en el suelo.

El lugar en sí parecía seguro, estaban rodeados de arbustos que podrían cubrirlos de otro ataque, por lo que Lana les dijo a ambos que esperen ahí mientras ella buscaba refuerzos que le ayudaran a subir las escaleras sin mover mucho al herido.

Ambos entendieron y, mientras ella subía los escalones de dos en dos para ir mas rápido, Auron sostuvo una de las manos de su amado mientras, con la otra, hacía presión en la herida y le decía palabras de aliento, prometiendo curar aquella peligrosa herida.

【𝚌𝚘𝚖𝚎 𝚋𝚊𝚌𝚔 𝚠𝚒𝚝𝚑 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚜𝚒𝚝𝚢】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora