HongJoong no podía creer lo que escuchaba, sus manos temblaban, su respiración fallaba, casi no podía hablar.

-¿A quién... Ma... taste? -preguntó con mucha dificultad- MinGi sonrió ante la pregunta.

-¿A quién más? -se levantó e hizo una mueca cómo si lo que dijo fuese algo obvio- a ese malnacido, a Kim HimChan. Juré que me las pagaría, y lo cumplí, ese hijo de puta me humilló por ser quién era, por no tener ni dónde caerme muerto, hasta me amenazó con hacerle daño a mi familia, era lo que merecía -soltó una carcajada- el muy imbécil me rogó que no lo matara, y fue cuando más enterré aquel cuchillo en su asqueroso ser.

HongJoong le miraba perplejo, horrorizado.

-En todo este tiempo me encargué de tener dinero, desde que me alejé de tu lado, me propuse a recuperarte, entonces fue cuando conocí al jefe, él sin dudas me acogió y me hizo quién soy.

En ese momento se escuchó un sonido, el de un auto, el pelinegro ya había regresado, MinGi sonrió aún más, colocó cinta en la boca del castaño, y soltó el seguro de su pistola.

Pasos se escucharon, la puerta fue abierta. SeongHwa miró a HongJoong quien se encontraba en el suelo amarrado a la escalera, sin darse cuenta estaba siendo amenazado.

-¡Sorpresa SeongHwa! -exclamó sonriente. El nombrado apretó sus dientes y sus manos.

-Tú, infeliz -pronunció con odio.

-Así es, te dije que me las pagarías -HongJoong se removia desesperado en su lugar tratando de zafarse.

-¡Qué mierda quieres maldito demente!

-Quitarte del camino, eso quiero, ah y obvio que te alejes de lo que me pertenece -miró en dirección de HongJoong.

El pelinegro tomó su celular, al segundo dos disparos fueron liberados.

La mano de SeongHwa sangraba, se quejaba por el fuerte dolor.

-Lo siento, pobrecito, debe dolerte mucho -soltó una carcajada- y eso que es apenas el comienzo, se acercó a él y volvió a disparar, ahora en cada una de sus piernas.

SeongHwa se revolcaba en el piso del dolor mientras se arrastraba buscando la salida.

Los gritos ahogados de HongJoong se escuchaban muy lejanos.

-Ni creas que saldrás de aquí, ahorita mismo vas a morir.

Estuvo a punto de disparar de nuevo cuando se escuchó un grito, alguien se interpuso.

-¡Que mierda crees que estás haciendo! -gritó YeoSang.

Él sólo frunció el ceño e hizo una mueca de fastidio.

-YeoSang no molestes, esto no es tu asunto, ahora quítate que necesito acabar con esa rata detrás de ti.

-No dejaré que lo hagas. MinGi no arruines tu vida de esta forma. ¿Te das cuenta de lo que has hecho?, estás mal -el rubio tenía la voz rota- ya basta por favor.

-Quitate -volvió a ordenar y el contrario volvió a negarse.

-No lo haré, mátame si te da la gana, pero no permitiré que le hagas daño.

-Es cierto, se me olvidaba que aún lo quieres, lo siento, pero tu querido amorcito se va a morir hoy.

-Estás tan equivocado, yo ya no siento nada por SeongHwa, más que cariño de amigos, ¿acaso eres idiota?, no ves que a quién realmente quiero es a ti -sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas y su voz sonaba ahogada. MinGi se sorprendió ante aquella confesión, cosa que YeoSang aprovechó para acercarse a él e intentar quitar aquel arma de sus manos.

𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒏𝒐𝒕 𝒂𝒍𝒐𝒏𝒆. 𝑰 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆 {S͟e͟o͟n͟g͟J͟o͟o͟ng͟} Where stories live. Discover now