Our treasure

609 18 3
                                    

ATEEZ

Ocho piratas se encontraban en mitad del mar, iban navegando en el, sin temer , sin demostrar miedo alguno, en sus ojos sólo podían verse una cosa: confianza.
El líder del grupo, Hongjoong, llevaba un mapa en la mano, aquel mapa se le fue dado una vez alcanzó la mayoría de edad, un mapa heredado por la familia Kim, cuyo tesoro se hallaba escondido en quién sabe dónde. Nadie de la familia Kim había logrado encontrarlo, todos se habían dado por vencido al tercer día de la búsqueda del famoso tesoro, contando que era imposible poder encontrarlo.
Hongjoong siempre pensó que ese tesoro no era imposible de encontrar, si no que, no habrían buscado lo suficientemente bien para poder encontrarlo, tal vez estaba muy bien escondido, o tal vez, ese tesoro ya fue encontrado mucho antes de que la familia Kim obtuviera el dichoso mapa.
Aún así, Hongjoong decidió ir a buscarlo, acompañado de sus amigos, bajo el nombre grupal Hala Hala, nombre que se le ocurrió a su fiel amigo, Park Seonghwa.
No sería tarea fácil encontrar el tesoro, pero merecería la pena encontrarlo, según la leyenda, si lograbas encontrar el tesoro, los miembros del grupo que lo hayan encontrado y sus familias serían honradas y obtendrían una gran recompensa por ello.
No sólo ellos buscaban ese tesoro, toda la población del pueblo en el que vivían lo habían estado buscando durante siglos, ahora más que nunca los más jóvenes querían encontrar el tesoro para honrar a su familia y honrarse a ellos mismos.

— Hong, ¿falta mucho? — preguntó Jongho, el menor del grupo.

— No, estamos bastante cerca a decir verdad, ¿por qué? —

— Es que, ya me estoy cansando, llevamos varias noches haciendo guardias para evitar ataques repentinos de otros grupos, llevamos bastante tiempo a la deriva esperando encontrar el maldito tesoro. —

— Jongh—

— Es más, ¿por qué no nos retiramos ya? ¡Llevamos tres días y no hemos encontrado nada! — comentó el menor, dando un golpe a la mesa que había en el camarote.

— Choi Jongho. —

El menor inmediatamente lo miró.

— Ya sé que es casi el cuarto día que estamos a la deriva y aún no hemos encontrado el tesoro, pero, ¿no quieres honrar a tu familia y a ti mismo con esto? ¿No quieres que tu familia y conocidos se sientan orgullosos por esto? — preguntó el mayor, mirando fijamente a los ojos del menor.

Jongho bajó la mirada, cortando aquel contacto visual que el mayor había establecido.

— No es eso.... es que, ya no tengo esperanza de que ese tesoro esté ahí, ¿y si encontramos la isla en la que se encuentra y no hay nada? —

— Tranquilo, ya verás que el tesoro aún sigue ahí, la espera merecerá la pena, sólo hay que tener paciencia. — aclaró el mayor, cruzándose de brazos mientras andaba por la pequeña habitación.

— Confiaré en tu palabra, Hong. —

— Confía en mí y verás que encontraremos el tesoro mucho antes de lo que tú piensas. —

Dicho esto, Hongjoong abandonó el camarote en el que estaba con Jongho para dirigirse a la popa del barco, el cual manejaba Yeosang, quien estaba acompañado de Yunho quien sostenía el mapa y daba las indicaciones a su compañero.

— Bien, ahora solo  sigue totalmente recto, y a unos trescientos metros estaría la isla en la que tendríamos que atracar. — dijo Yunho.

imaginationWhere stories live. Discover now