Capítulo 23.- Tú, mi motivo

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—Joven Giovanni, no esperaba verlo en estos días —señaló el asiento frente a él—. Siéntese por favor.

Gio obedeció mientras caminaba con las piernas a punto de colapsar, amenazando con dejarlo caer al suelo.

—Signor Donovan, quiero parlarle un momento con usted.

—Dígame, ¿pasó algo malo a su madre? ¿Volvió a enfermar?

—Gracias por su preoccupazione. Ella se encuentra muy bien de salud.

—En ese caso, me intriga saber qué hace usted en México. Después del fracaso que tuve con mi proyecto en Italia, lo que menos esperaba era que viniera a visitarme.

—Signore Donovan, quiero demostrarle que tanto mi familia como yo, estamos muy agradecidos por toda la ayuda que nos brindó. Queremos correspinder su apoyo y attenzion —Gio traía unos documentos en la mano y los pasó al otro—. Es por eso que me di a la tarea de reunirme con el dueño del terreno que a usted le gustó tanto, aquel con vista al mar. Le traigo una buena proposta al respecto.

—¡¿Lo encontraste?! —El señor Donovan tomó los documentos con gran curiosidad, lucía sorprendido por completo—. Lo último que supe fue que el hombre no era localizable porque estaba decidido a no vender.

—Sì, signor Donovan —sonrió nervioso—. Non è stato facile, pero logre encontrarlo y lo he convencido de venderle las tierras a usted. Tutte le informazioni de la posible compra incluyendo los costos, è in quei documenti.

—Giovanni de Luca Costa, ¿tiene una idea de lo que esto significa?

—Sabe il mio nome completo? —El chico estaba sorprendido de que el señor Donovan supiera su nombre completo, incluso llevó la mano a su pecho, el hombre enfrente suyo hacía que su corazón latiera con mucha fuerza.

—Claro que conozco su nombre completo, no todos los días puedo hablar de negocios con un joven tan talentoso como usted. Desde que lo conocí en Italia sabía que usted llegaría muy alto —respondió con tal naturalidad, como si se conocieran de toda la vida—. Giovanni, no me respondiste si entiendes lo que significa el trato que has conseguido traerme en estos documentos.

—Signor Donovan, non lo so.

—¡Significa que podré lanzar mi nueva cadena de hoteles en Italia! —El señor Donovan lucía en extremo feliz—. Esta es la mejor noticia que he tenido en mucho tiempo. Hablaré con tu padre para que cierre el trato con el propietario. Será tu familia mi mano derecha en este proyecto.

—Pero signor Donovan, eso es demasiado. Solo quise retribuir en algo porque gracias a usted mi madre recobró la salud. Non devi preoccuparti.

—Tonterías, se han ganado mi confianza y son ustedes quienes estarán conmigo en la creación de este proyecto.

Gio se puso de pie y el señor Donovan lo imitó. El hombre incluso caminó rodeando el escritorio para que quedaran más cerca.

—En ese caso, grazie mille signor Donovan. Haré mi mejor esfuerzo para que todo salga bien.

—Eres un joven muy talentoso, ahora soy yo quien está agradecido. Es más, le propongo algo. Si se queda en México por un tiempo, le ayudaré a iniciar el negocio del que su padre me habló. Es más, si las cosas salen bien, en un futuro tal vez hasta podríamos ser socios.

La alegría de Giovanni se reflejó en una enorme sonrisa.

—¡Sí! ¡Ni siquiera tengo que pensarlo! —Al darse cuenta de que se notaba demasiado su emoción, aclaró su garganta y trató de mantener la compostura—. Con mucho gusto acepto quedarme. Grazie per questa opportunità, signor Donovan.

—Es excelente, le diré a Jairo que prepare una suite para ti en el mejor hotel que tengo en esta zona —el señor Donovan sonrió y le dio una pequeña palmada en el brazo derecho—. Oficialmente trabajaremos juntos mucho tiempo, creo que puedo tutearte desde ahora. Tienes mi total confianza desde este día, muchacho.

El gesto en el rostro del chico causó ternura al mayor. Al verlo que se quedó sin palabras, sonrió y señaló la puerta de su oficina.

—Vamos Giovanni, comamos algo. Todavía tenemos mucho de qué hablar.

El chico asintió sin borrar aquella sonrisa de emoción plasmada en el rostro y comenzó a caminar junto al señor Donovan.

El chico asintió sin borrar aquella sonrisa de emoción plasmada en el rostro y comenzó a caminar junto al señor Donovan

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Ladrón de MichisOnde histórias criam vida. Descubra agora