CAPÍTULO 10 | PRIMER DIA |

6.4K 432 73
                                    


— nada  — respondió de inmediato — ¿puedes apurarte

— ¿cómo diablos me pongo polera? — te preguntaste a ti misma molesta.

Dieron miles vueltas en circulos, tenían los brazos doblados hasta que finalmente encontraron la maldita manera de ponerse la polera y no ibas a explicar cómo porque ni ustedes lo entendían muy bien.

Tom ya estaba completamente seco al esperar que te vistieras.

— has estado como media hora vistiendote ¿podemos ir a mi habitación ahora? — preguntó enojado.

— pero-

— ponte esos zapatitos y vamos por favor, tengo frio — dijo de mala gana y señalando unos zapatos tipo chinita.

Te los pusiste y caminaron a su habitación que estaba en frente.

Una vez ahí, Tom sacó sus boxer a lo que enseguida tapaste tus ojos con la mano derecha.

"¡Tom es un desubicado!". Pensaste.

Ni te avisa y ya se esta desvistiendo. Te tapaste los ojos con la mano derecha y trataste de darte vuelta, a lo que el soltó una carcajada.

— ¿de qué te ríes? — preguntaste de mal humor sin mirarlo.

— de ti, ¿acaso nunca has visto a un chico de mi edad desnudo? — preguntó riendo.

— no — respondiste de inmediato — y no quiero que seas el primero

— no estoy tan mal — dijo con su voz burlesca.

— eres un idiota, vistete — dijiste con los ojos cerrados.

El rió fuerte.

— ya listo

Tuviste miedo de mirar, pero lo hiciste de todas maneras. Estaba en boxer buscando unos jeans entre sus cajones..Lo observaste en silencio sin que se diera cuenta, tenía un cuerpo tan jodidamente perfecto que te hacía odiarlo aún mas.. Espalda ancha, brazos grandes y fuertes, abdomen completamente marcado y sus piernas con musculos que se notan de lejos, bueno...¿qué más ibas a esperar del capitán del equipo de F.A?.

— ¿terminaste de admirar mi bello cuerpo? — te preguntó burlón, despertandote de tus pensamientos.

Miraste a otra dirección nerviosa.

Se puso unos jeans negros y buscó una polera.

— mira, es azul — dijo riéndo — podemos andar iguales — dijo levantando sus cejas levemente.

— no seas imbécil, no te vistas igual que yo. Ya es suficiente con que te hayas puesto jeans negros igual que los mios — reclamaste mirandolo.

— ¿no tienes chinitas de mi talla? — sonrió burlesco.

Entrecerraste tus ojos.

— ¡esta bien! no cambias lo antipática — dijo sacando una polera blanca un poco ajustada que dejaba notar su espalda triangular y lo voluptuoso que era.

— ¿cómo me veo? — preguntó tratando de dar una vuelta fallida.

— mal — respondíste mirando en otra dirección.

— ni siquiera me has mirado

— no me importa, pareces mujer. Vamos, tengo hambre — dijiste rapidamente.

— INSOPORTABLE — gritó cerca de tu oído.

Le pegaste un codazo en el estómago y él se agacho del dolor.

Ganar perdiendo | Tom HollandWhere stories live. Discover now