CAPÍTULO 21 | APUESTAS |

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— nada — mentí — ¿viste a las chicas? — desvíe el tema.

— no me cambies el tema — frunció el ceño — ¿qué te paso?

— no quiero hablar de eso ahora

— tendrás que querer — dijo rodeandome con su brazo por mi hombro y dandome vuelta para caminar junto a el.

Le conte sobre la conversación qué había escuchado entre Tom y Liz.
Cole me escuchaba con atención y luego desvió su mirada como si ocultara algo.

— ¿sabes algo? — pregunté mirandolo.

— no — respondió — solo creo que debes hablar con Tom antes de especular cosas

— claro que no, ¿qué voy a decirle? ¡qué se pudra!

— no deberías ser tan impulsiva

— es un idiota — dije convencida.

Él me miro en silencio.

— está bien, todo lo que te dije ahora no se lo digas a nadie. Ni siquiera a los chicos — dije entrecerrando mis ojos.

— bueno

Estuvimos conversando sobre diferentes cosas un largo rato y luego nos fuimos a la cabaña.

Entramos en silencio, Harrison, Michelle, Milo y Cheryl estaban jugando playstation. Tom estaba sentado en la cocina tomando leche con cereal y Liz no sé.

Cole se sentó a un lado de Harrison y yo mire a Tom . Él movio su cabeza diciendome qué me sentara junto a el, pero lo ignore y camine a mi habitación...idiota.

Paso mas o menos una hora y quise salir, no había nadie en la sala de estar y me fuí a sentar a una banca de afuera. Divise el cesped y me tendí en él, me puse audifonos y me metí en mi mundo.

Sentí unos pasos que se acercaban, mire hacia un lado y Tom se había sentado a allí.

Me saque los audifonos irritada y mire a Tom.

— ¿qué quieres? — pregunté fria.

Él me miro desinteresado.

— sentarme — respondió tan frio como yo.

— hay mucho espacio para qué te sientes en otro lugar

— me quiero sentar aquí — respondió desviando su mirada hacia adelante.

— pero yo no quiero qué te sientes aquí — me senté irritada mirandolo a los ojos, pero él miraba hacia el frente.

— no escuche qué te haya preguntado si me podía sentar — contestó indiferente y levantando su mirada para chocar con la mia.

Lo observe irritada y me puse de pie. Sentí la mirada de Tom encima de mi, pero lo ignore y camine a mi habitación y me encerre en ella.

Paso un rato y golpearon la puerta y está se abrio, levante mi vista y choque con los ojos negros de Tom.

— ¿y ahora qué? — pregunté sentandome en la cama.

— acompañame a dar una vuelta — preguntó entrando y cerrando la puerta.

— no, gracias

— ¿qué te paso?

— nada

— no me mientas — contestó acercandose a mi y sentandose a mi lado.

— dejame en paz — dije dando vuelta mi cabeza y mirando hacia la muralla.

— ¿y ahora qué hice? — preguntó irritado.

— preguntaselo a tú amiga Liz — respondí sin mirarlo.

El tosió para luego reír.

— ¿de qué te ríes? — pregunte mirandolo mientras me sentaba en frente de él.

— ¿escuchaste todo?

— si — respondí mirandolo enojada.

— todo es mentira

— eres un idiota — entrecerre mis ojos, siempre lo trataba asi, pero está vez estaba muy enojada.

— todo lo que le dije a Liz es mentira. Fue una linda noche ¿no crees?

— dejame en paz — me puse de pie y camine fuera de la cabaña.

— ¡hey espera! — se puso de pie y me siguió hasta qué estuvimos afuera, me tomo del brazo dandome vuelta.

— escuchame ¿está bien? — dijo fijando su mirada en la mia.

— ya escuche todo lo que debía escuchar Tom

— sólo intentaba protegerte

— ¿protegerme? — dije irónica — ya no me protejas más, de verdad. Si eso es protegerme me imagino como sera para ti undirme

— no seas tonta — fijo su mirada en la mía — sabes qué Liz dijo que si no era ella, no seria nadie más

— no le tengo miedo a Liz , además-

— no quiero que te expulsen del campamento — me interrumpió.

Estaba tan serio, su mirada era tan dura.

— eso no pasará porque... ¿qué te hace pensar que yo quiero estar contigo?

— nada — respondió indiferente — pero si le decía a Liz que nos habíamos besado y qué en realidad si me gustó, ella iba a hacer cualquier estúpidez para qué te expulsaran

— hubiese preferido irme — desvíe mi mirada.

— ¿por qué?

— por qué no quiero gente como tú en mi vida

— ¿qué tan malo crees qué soy?

— mucho

— no es así — frunció el ceño — de verdad lo único qué hacía era tratar de protegerte

— está bien, ya no lo hagas más

— lo seguire haciendo

— ¿por qué? ¿por qué diablos te importa tanto? — levante mi voz.

— no me gustaría que te expulsaran por mi culpa

— ya basta ¿si? si no quieres eso entonces dejemonos de hablar y listo

— Liz no decide con quién estoy

— ah pero si decide como hablar de las personas ¿no?

— ¿te pusiste celosa? — entrecerro sus ojos sin despegar su mirada de la mia.

— no

— ¿te dolió?

— no, no seas idiota — me enojé — jamás me daria celos verte con ella ni menos me dolería

— puedes apostar que si — levanto sus cejas.

Maldito Tom, sabía qué le diría que si...malditas apuestas.

— apostemos — dije entrecerrando mis ojos.

— ¿estas segura? — preguntó sobervio.

— por favor ¿de verdad crees qué me enamoraría de ti? — pregunté sarcástica.

— si — enarcó una ceja.

— el que se enamora pierde — estire mi mano derecha.

— voy a romper tu corazón amiga — dijo tomando mi mano con su mano izquierda.

El sonrió haciendo que esos malditos oyuelos aparecieran, se acercó a mi y beso mi frente.

— gran apuesta, nos vemos — se retiró indiferente hacia la cabaña.

Está bien, el juego comienza...otra vez.

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Maratón 1/2

Ganar perdiendo | Tom HollandOù les histoires vivent. Découvrez maintenant