CAPÍTULO 4 | PROBLEMAS |

7.8K 506 127
                                    

Todos lo miraron con atención. Conocías hace tiempo a Milo, pero jamas lo habías visto triste ni enojado ni tampoco contandole sus problemas al mundo por lo que te parecio muy valiente de su parte que comenzara.

— la verdad es que... no tengo muchos problemas — dijo sincero — pero lo que aún me tiene intranquilo... con cargo de conciencia, y aún me tiene muy mal... es el día en que discutí con mi abuelo y le dije así textualmente "no se meta en mi vida, que su hijo haya sido el peor, no significa que yo también lo seré". Creo que se sintió muy mal, mi padre fue muy ingrato con él, ese día me fui enojado y a los tres días supe que había fallecido — comentó con su voz en un hilo — no se como pude ser tan imbecil, cada vez que tengo la oportunidad de pedir perdón lo hago pero no se siente bien, porque el no está aquí para decir "tranquilo hijo, todo está bien" — cortó el comentario, ya que no pudo seguir.

Todos contaron sus momentos malos, sólo faltaban tu y Tom, algunas historias eran muy tristes y otras no tanto, por ejemplo Liz dijo que no tenía ningún momento malo.

— ¿estas bien _____? — preguntó Milo mirándote,  con una mirada le indicaste que no querías hablar pero aún así empezaste.

— no es de mi agrado hablar de esto...como odio hablar de esto — dijiste apretando los ojos, Tom te miró con atención, definitivamente lo único que conocía de ti era tu lado vengativo — hace dos años atrás todo era muy diferente en mi vida a como es ahora — comenzaste — quizás si me hubieran conocido antes yo estaría gritando o riendo eufórica, haciendo bromas, pero todo cambió ese maldito día — apretaste tus dientes, Tom se imagino lo peor.

Cole tomó tu mano, sabía lo difícil que era para ti.

— fui a veranear con mis padres y mi hermano, siempre estuve pegada a él, un día inesperado él fue a comprar temprano, no quise acompañarlo porque tenía mucho sueño. Pasaban las horas y no llegaba, llego la tarde y no regresaba, llego la noche y reaccionamos a que definitivamente no iba a regresar — hiciste una pausa — llamamos a la policía, a todo el mundo. Pasaban los días y no regresaba ni nadie encontraba rastros de él, semana tras semana tenía la esperanza de volver a verlo, hasta que llego la maldita noticia, y como odié esa estúpida noticia — dijiste con los ojos llorosos — había fallecido...no, lo habían matado, un hijo de puta, enfermo de la cabeza. Mis días se volvieron grises, los minutos... horas... las horas y los años. Yo frustrada con depresión al igual que mi madre. Mi padre se marchó a los meses porque ya no se aguantaba con mi mamá, y así quedamos mi mamá y yo... — contaste con dolor en tus palabras, todos quedaron congelados, o bueno... Tom quedó congelado, definitivamente según él no hubiese soportado todo eso. Vio como lágrimas recorrían tus mejillas y Cole te poyaba moralmente mientras te besaba la frente.

Definitivamente no fue nada fácil relatar eso, ya que odiabas recordar ese día... Tu vista se nublaba y lo único que deseaste fue abrazar a tu hermano y jamás soltarlo, regresar a ese maldito día y decirle "quédate conmigo, más tarde vamos a comprar", o por último haberle dicho cuanto significaba para ti o lo que sea, acompañarlo y haberte ido junto a él.

— ¿Tom? — comentó Milo. Él lo miró en silencio despertando de sus pensamientos, después de lo que contaste se había mantenido al margen y mirándote fijamente como sintiendo todo lo que sentías.

— bueno yo... — lo miraste fijamente, el capitán del equipo iba a confesar que tenía sentimientos, eso debía ser interesante — yo... no se como empezar, bueno. Mi padre siempre ha sido todo para mi, mi héroe, mi modelo a seguir. Siempre me a apoyado en todo lo que quiero y me sube el ánimo cuando me frustro, pero todo cambió mucho desde aquel día que peleamos, estábamos cenando y comenzó a hablar sobre mi mamá, no bien, sino muy mal y dejandola por el suelo, creo que estaba enojado porque ella lo había dejado. Comencé a reprocharle y a darle lecciones de como tratar a una mujer, y el muy competitivo no quiso perder

Ganar perdiendo | Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora