17. Enfermeras y enfermitos

557 58 7
                                    

     Jess quieres despertar de una buena vez. –dijo la voz de Louis desde algún lado de la habitación.

     Abrí los ojos con pesadez, intentando adaptar la vista. ¿Louis? ¿No estaba de gira? De seguro ya debe saber que estoy embarazada…

     ¡No estás embarazada!

     Joder, verdad.

-          ¿Qué haces aquí? –pregunte con mi voz ronca y mañanera.

-          Es mi casa, tengo que venir.

-          Sabes a que me refiero, Lou. –mi voz no podía sonar más aburrida.

     Mi hermano acaricio mi cabello de una manera tan delicada, que en algún momento llegue a pensar que nuevamente me quedaría dormida.

-          El concierto término, solo Harry y yo nos hemos devuelto. –dijo.

-          ¿Y los demás?

-          En el hotel, supongo. –se encogió de hombros y lo mire-. Mama me dijo algo sobre ti Jess, eso me tiene algo decepcionado.

     Joder, sabía que Dios no era tan bueno así. Apreté los ojos dispuesta a escucharlo decir que estaba embarazada.

-          ¿Qué te dijo? –pregunte, casi segura de cuál sería su respuesta.

-          Todos estos días has hecho sentir mal a Kevin. Incluso ayer lloro mientras miraba la película del Titanic.

     Esperen, dijo ¿Ayer? ¿Que no fue ayer cuando Kevin y Justin le hicieron creer a mama que yo estaba embarazada?

     Recorrí la habitación con la mirada, aun varios de los libros estaban esparcidos por mi cama, y aun tenía la misma ropa de cuando baje y vi a Kevin llorar por la película. O sea que ¿Todo fue un sueño? ¿Estoy tan jodida que soñé con Kevin y Justin?

     Pase una mano por mi rostro, por lo menos no tenia que explicar que “estaba embarazada” a nadie.

-          No quiero hablar sobre ello, Lou. –dije.

-          No te está pidiendo que te cases con él, solo que le des una mirada. No morirás por hacer eso ¿O sí? –sus cejas se arquearon, solté un respiro-. Solo dale una oportunidad, solo una Jessica, no perderás nada con intentarlo.

-          No te puedo prometer nada…

-          Solo piénsalo, es todo lo que te pido.

     Di un suspiro antes de asentir. ¿Darle una oportunidad a Kevin? No lo sé…

-          Perfecto, ahora limpia la baba seca que está en tu boca ¿Bien? –arque una ceja y Louis se fue riendo.

     Pedazo de hermano. ¡Dios!

[…]

     Pase una mano por mi rubio cabello, espero que Kevin no se encuentre demasiado ocupado, había pasado media hora delante de su puerta debatiéndome entre la necesidad de abrirla o no.

     Necesitaba saber cómo se encontraba y necesitaba saber que no había hecho algo estúpido. Cerré los ojos cuando tome la perilla de la puerta y tire de ella, abriéndola.

-          ¿Kevin? –pregunte en voz baja, la habitación se encontraba oscura.

     Conocía la casa perfectamente pero lo poco que lograba divisar era muy diferente a lo que se supone que conocía. En el piso había un par de bóxer blancos que decían “Cómeme” mientras el closet se encontraba abierto de par en par y la lámpara de noche se encontraba en el suelo. ¡Típica habitación de un chico!

Kevin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora