Capítulo 11. Mis sentimientos hacía ti.

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     La lluvia mojaba mi rostro, este era uno de esos días en los que me sentía sola y completamente deprimida, me moví entre las calles de Londres eran al rededor de las diez de la noche. Ni siquiera sabía porque razón había salido de casa tan tarde, pero ya estaba hecho.
- Jessica Tolimson -dijo una voz detrás de mí.  Me detuve en busca de alguien y no pude ver absolutamente nada.
     La lluvia lo cubría todo y una especie de neblina se habia posado sobre mí. Me abracé a mí misma mientras intente apresurar el paso.
     ¿Por qué carajos nunca le haces caso a Louis cuando te dice no salgas sola tonta?
     En este momento me arrepentía de muchas cosas y una era haber salido tan tarde.
- Jessica. -volví a escuchar esta vez más fuerte. Aquella voz me hizo temblar, parecía conocida, pero por más que intentaba ver no había nadie.
     Comencé a correr admito que estaba asustada y nerviosa, no quería ser violada y tampoco asustada. Louis no estaba aquí,  Harry no estaba aquí ni nadie que pudiera ayudarme estaba sola.
- Jessica. -volvió a gritar.
     Maldición desearía no escucharla más.
     Un brazo me detuvo y temble ante el tacto aquellas manos frías me hicieron caer en un abismo. Sería violada.
- ¿Por qué siempre insiste en salir tan tarde de casa? -pregunto el profesor Brown. Estaba completamente mojado. Su cabello ya caía sobre su frente y aunque llevaba un paraguas por correr detrás de mí ya se encontraba completamente mojado.
     Sin decir nada me lance a sus brazos,  estaba asustada. Dios santo,  era bueno saber que no sería violada o algo peor.
- Por favor llevame a casa -suplique.  Justin me abrazo de vuelta.
      Creó que nunca más volvería a salir con Natalia tan tarde para despejar la mente. Jamás.
     Justin me tomó de la mano y comenzo a conducirme a su auto. Sorprendente si parecía ser su auto y no sabía porque siempre llegaba caminando al instituto.
- Súbete -dijo mientras me sostenia la puerta y yo solo hice lo que me pedía.
     Al entrar en el auto sabía lo que me esperaba, el discurso del profesor Brown.  Mierda.
- Sabes lo que voy a decir. -dijo amenazante.
    Si lo sabía y estaba jodida de pies a cabeza, pero ¿Qué podía hacer si necesitaba desconectarme de todo?
- No me regañe -le pedí mientras temblaba. Justin nego suavemente y se quito la chaqueta para darmela. La tome su olor inundó mis fosas nasales era delicioso.
- ¿Por qué camina por estas calles sola tan tarde? -pregunto. Me encogí en mi puesto.
- Natalia me ha invitado a tomar un helado -comence a comentarle y entonces fue cuando se me ocurrió-. ¿Usted porque anda fuera de casa tan tarde?
     Justin miro al frente,  había comenzado a conducir ya.
- Estaba en una cita.
     Pagaría lo que sea, lo que fuera por nunca haber escuchado salir aquellas palabras de sus finos labios.
- Esta bien. -fue todo lo que pude articular. Luego de eso recargue mi frente en el vidrio.
     Quería llorar y gritar que este hombre era un completo idiota por salvarme de un violador ficticio y luego confesarme que estaba en una cita. Había pasado tanto tiempo enamorada de el que incluso cuando comencé con Malik este hombre era mi gran amor y ahora... nada.
    Unas ganas increíble de decirle; déjame aquí.  Se apoderaron de mi cuerpo, pero las controle. Inclusive cuando el me dio una rápida mirada y solo deseaba que no viera mis ojos cristalizados.
- ¿Sucede algo? -pregunto con cierta intriga.
    Si cretino, tengo años enamorada de ti y ahora que veo la oportunidad tú tienes una cita. Aunque no era su culpa porque el tenía todo el derecho de hacer su vida quería discutir el que el hubiera salido con alguien más.
- No sucede nada.
     El sabía que si, siempre había sido muy conversadora y ahora solo no decía nada. Tragué el nudo que se había formado en mi garganta y saqué mi teléfono celular intentando romper con el momento tan desagradable.
     40 llamadas perdidas,  Kevin Harris.
     20 llamadas perdidas, Louis.
     36 llamadas perdidas, Sexy mejor amigo.
     100 llamadas perdidas, Liam Payne.
    Esto no era para nada bueno.
- ¿Cómo sabía que estaba ahí?  -debí preguntar eso antes, pero ahora era que se me ocurria. El profesor Brown me observo.
- Te vi pasar frente al restaurante -comentó-. Así que por miedo a que fueras violada, le pedí a mi cita que tomara un taxi, a pesar de que apenas nos habíamos acabado de sentar en la mesa.
     Entonces no hubo cita, el la dejo por mi. Unas ganas de sonreír me invadieron pero aun así no lo hice. Aquellos ojos ya habían regresado a la normalidad.
- Lamento lo que sucedió -dije.
- No pasa nada -el sonrió-. Igual mañana volveremos a salir, ella comprendió la situación.
     Mi vida no puede ser peor, lo sé.
     Aquel nudo volvió a hacerse fuerte en mi estomago, Justin estacionó el auto frente a la casa y entonces me baje intente no tirar la puerta del auto, pero lo hice. Este me miró sin comprender lo que sucedía.
- Espera ¿Qué sucede? -pregunto mientras se bajaba del auto, el corrió hacía mi, la lluvia se habia hecho más fuerte.
- Nada, debería llamar a su cita.
     Un sarcasmo infinito se hizo presente y el frunció el ceño. Estaba tan molesta.
- Estas actuando como una...
- ¿Celosa? -grite-. Maldición lo estoy.
     Justin parpadeo mis lágrimas no tardaron en caer. Por un momento me había sentido tan afortunada. Por un momento llegue a pensar que este era el hombre perfecto para mi y ahora descubrir que no era así,  resultaba ser un golpe bajo.
- Siempre estuve perdidamente enamorada de ti -susurre, el permanecio helado en su puesto-. Desde la primera vez que te vi entrar por la puerta del instituto fuiste mí más grande ilusión, incluso cuando me sentía triste, escucharte me alegraba el día.
- Jessica yo...
- No tienes que decir nada -le interrumpi, sabía que cualquier cosa que saliera de sus labios me haría sentir peor-. Solo quería decirte lo que siento.
     Me moví a través de la lluvia hasta la puerta en donde Kevin, Harry, Louis, Liam, Zayn y Niall. Se encontraban de pie.
     Estos no dijeron absolutamente nada se que lo habian escuchado todo.  Salir de casa había resultado peor que quedarme en ella.
- Qué mala suerte -escuche salir de los labios de Zayn, cuando comencé a subir las escaleras. No se que mas sucedió.  Solo me deje caer sobre la cama y cerré los ojos en busca de olvidarme del mundo una vez más.

Kevin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora