18. Malik y realidades.

495 52 8
                                    

¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Cómo he llegado a...?

Un momento... ¡Estoy en la habitación de Kevin! Pero ¿Cómo? No lo comprendo, ¿Ayer no estaba en mi habitación? Oh Santa Macarena, ayúdame, no sé porque carajos estoy aquí en la cama de Kevin y lo peor...

Baje la mirada hasta encontrarme con el brazo de Kevin el cual rodeaba mi cintura y me apegaba a su cuerpo.

¡CON KEVIN!

Comencé a zafarme del brazo de Kevin con mucho cuidado, cosa de que el no sintiera mis movimientos y se despertara, para ponérmela aun peor.

- ¡Obama, ayúdame! -susurre mientras me acercaba a la puerta y la abría de espacio, pero no sin antes darle una rápida mirada al Adonis que descansaba sobre una cama de madera, Kevin.

A veces me pregunto por qué demonios tiene que ser tan sexy y también en este momento ponía en duda si odiaba a Kevin, o no. Cerré la puerta con cuidado y con una sonrisa de victoria dibujada en mis labios gire sobre mis talones para encontrarme con nada más y nada menos que Zayn Malik, calando un cigarrillo recostado de la pared externa de mi habitación.

- Supongo que no hace falta que te de los buenos días. ¿No es así, Jess? -fruncí el ceño mientras el apagaba su cigarrillo-. Es una pena que siendo tan bonita, dejes que un completo desconocido te folle.

¿Perdón?

- ¿Quieres saber lo que hará Kevin contigo, preciosa? -pregunto Malik mientras se acercaba a mi sostenía mi mentón con sus manos.

Por alguna extraña razón no sentía gana de pronunciar palabra alguna, mis labios estaba sellados y odiaba la cercanía que había entre su cuerpo y el mío. Aun no puedo creer que reaccione de esta manera cuando el se encuentra demasiado cerca.

Desde que había terminado con Zayn, jamás él había vuelto a acercarse a mí de aquella manera, me había prohibido a mi misma no mirarlo por la simple razón de que era un imbécil que no valía ni mis lagrimas.

- Fingirá estar enamorado, para que tú le creas. Y luego te dejara. -susurro de espacio mientras que el olor a cigarrillo mesclado con su perfume inundo mis fosas nasales.

- Déjalo Malik. -logre decir sorprendiéndome a mi misma-. El hecho de que tú me hallas engañado no quiere decir que siempre va hacer igual.

Y con mis manos libre logre liberarme de su agarre, mientras pasaba por su lado y me acercaba a la puerta de mi habitación, dejándolo en la misma posición de hace un momento. Tome la perilla de la puerta y la abrir, pero no pude entrar, no sin antes decir lo que me había guardado por años.

- El hecho de que tú hallas sido mi mayor error, no quiere decir de que siempre voy a caer con tipos como tú. -dije-. Porque no deseo eso y sé que quizás tampoco desees caer nuevamente con una persona como yo...

- No digas cosas que no son reales. -susurro en mi oído.

No sabía ni cómo ni cuándo se había acercado tanto a mí, ahora sus manos sujetaban mi cintura mientras podía sentir como su nariz jugaba con mi cabello.

- ¿Reales? -susurre-grite girando sobre mis talones para encontrarme con su mirada, sus pestañas alargadas me habían hecho recordar los viejos tiempos, esos tiempos en los que él había sido lo más importante en mi vida-. Tú jugaste conmigo.

- Y lo lamento -sus dedos recorrieron mi rostro, pero no cerré los ojos, no pude hacerlo, ahora la rabia se había apoderado de mi cuerpo-. Yo te quería, pero llegue a notarlo demasiado tarde.

Kevin (Editando)Where stories live. Discover now