Macabra Tentación - 1.El Vínculo (¡¡subida de nuevo!! A la venta en Amazon)

Capítulo VI

Aquí teneís el cápitulo VI, espero que estéis disfrutando de la historia :D

La obra está registrada y publicada por lo que está prohibido su copia o reproducción. Todos los derechos reservados.

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Capítulo 6

Avancé lentamente por el camino que conducía a la casa, el suelo estaba húmedo pero ni siquiera recogí el vestido, dejé que se llenase de tierra, eso era lo de menos ahora. Había perdido a James para siempre, todo aquello era demasiado para mí. Estaba confundida por lo que acababa de descubrir ¿vampiros? y para colmo esa tal Jena aseguró que volveríamos a vernos. Quería vengarse de James por haberla descubierto y estaba segura de que deseaba tomar mi sangre, me había convertido en su juego, imaginar esa imagen me produjo arcadas, ¿cómo podían sobrevivir de esa forma? Era repulsivo, eran monstruos.

Llegué a la entrada y abrí la puerta. Doris aún estaba despierta y vino a atenderme, cuando estaba delante de mí su rostro lo dijo todo, era como si acabase de ver un fantasma. A saber qué cara llevaba, ni siquiera me había secado las lágrimas.

—Señorita ¿se encuentra bien?, tiene una pinta horrible —se acercó y me levantó el vestido por uno de los lados—. Mire lo que ha hecho con el vestido, habrá que arreglarlo, lo ha dejado destrozado.

Ese era ahora mismo el menor de mis problemas.

—No se preocupe, me voy a dormir estoy cansada, no le diga a mi padre que me ha visto de esta guisa —le pedí con tono suplicante.

—Está bien, suba a lavarse la cara y acuéstese. Recójase el vestido, va a ponerlo todo perdido de barro —me regañó.

Le hice caso y lo recogí, tampoco quería que mi padre viera todo lleno de barro y me sometiera a uno de sus cuestionarios, era imposible explicarle lo que había visto esta noche. Subí rápidamente las escaleras y me encerré en la habitación después me quité la ropa tirando el vestido al suelo, lo había destrozado por abajo, el satén se había vuelto opaco y por algunos lados estaba roto. Me acerqué al espejo y vi que tenía la cara aún mojada por las lágrimas, mi rostro estaba más pálido aún si era posible. No me extrañaba que Doris me mirase de esa forma cuando entré. Me lavé en la pila y me cepillé el pelo, mientras lo hacía no podía dejar de pensar en lo rápido que se movía James, como en un segundo dejé de sentir en mi mano el tacto de la suya. Una vez puesto el camisón me tumbé en la cama y me ruboricé al pensar que había entrado en mi habitación mientras dormía. Dudaba que volviese a hacerlo, le había despreciado... pero no podía hacer nada más. Cómo fiarme de una criatura así; y luego estaba esa vampira, Jena. Mañana seguro que aparecería en los periódicos que se había cometido otro asesinato, aquel bulto del suelo era alguien que ya había muerto. ¿Cómo iba a disimular que sabía quién era el responsable de ese y de los demás asesinatos? Estaba agotada mentalmente, así que no tardé en dormirme.

Era temprano cuando desperté, instintivamente comprobé que la puerta de balcón no estuviese abierta, como imaginé estaba cerrada. A pesar de saber que no podía estar con James, deseé que hubiese entrado durante la noche por aquella puerta y hubiese velado mis sueños. Ni siquiera me enteré cuando llegó mi padre a casa y seguro que ya se habría ido a trabajar. Aún quedaban un par de días más para que Thomas regresase, intentaría que todo volviese a ser como siempre y empezar a preparar las invitaciones, (me dije a mi misma intentando convencerme de que era lo correcto). Aun así no podía quitarme a James de la cabeza...