Macabra Tentación - 1.El Vínculo (¡¡subida de nuevo!! A la venta en Amazon)

Capítulo XII

Aquí os dejo un nuevo cápitilo, espero que os guste !!!

La obra está registrada y publicada por lo que está prohibido su copia o reproducción. Todos los derechos reservados.

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Capítulo 12

La imagen de Thomas tirado en las escaleras mientras se desangraba poco a poco no se borraba de mi mente mientras recorría una calle tras otra de vuelta a casa. Ni siquiera prestaba atención a lo que ocurría a mí alrededor, era triste la forma en que había muerto, su orgullo le había llevado a su final.Ya casi estaba en casa cuando empezó a llover, no tuve más remedio que acelerar el paso. Al igual que la otra vez entré por la puerta trasera de la casa, era de día y por suerte estaba abierta. Otto estaba allí y me miró dispuesto a regañarme por haberme llevado el caballo, la otra vez no me vio hacerlo pero esta vez me lo había llevado estando el delante y no le hice caso cuando me gritó. Puse mis ropas en orden después de dejar el caballo en su cuadra. Otto tiró el rastrillo con el que estaba amontonando la paja y cruzó los brazos mientras me observaba.

—¿Está usted loca señorita?, sabe la reprimenda que me hubiera llevado si su padre hubiese descubierto que se llevó uno de los caballos —me regañó con voz seria mientras movía el pie dando golpecitos en el suelo, algo que me ponía de los nervios, pero tenía razón, había puesto en riesgo su puesto de trabajo.

—Lo sé Otto discúlpeme, no se preocupe mi padre aún no está en casa, es pronto para que vuelva del bufete —le tranquilicé—. Debemos mantener lo sucedido en secreto por el bien de los dos —le advertí mientras le suplicaba con la mirada, relajó los brazos y suspiró resignado.

—Déjeme informarle que su padre llegó hace media hora y estuvo preguntando por usted en la cocina —me informó.

La situación se complicaba cada vez más, ¿por qué había vuelto tan pronto? ¿Cómo actuar para fingir que nada había pasado?, ¿cómo justificar su ausencia? podía decirle que se fue a casa a descansar pero... ¿Qué pasaría cuando mañana no se presentase en el bufete?, me dolía la cabeza de tanto darle vueltas al asunto. Permanecí pensativa unos segundos, debía afrontar esto da la mejor forma posible. Suspiré y me dirigí a paso ligero a la entrada de casa sin ni siquiera decirle adiós a Otto.

No me podía creer que Thomas estuviese muerto, aún tenía la sensación de que iba a aparecer de un momento a otro con su pose arrogante como si nada hubiese pasado. Rodeé la casa, la lluvia cada vez era más intensa y el olor a tierra y plantas mojadas penetró en mi nariz, algo que por extraño que parezca me relajó un poco. Era como si el jardín creado por mi madre me estuviese hablando, podía sentirla entre aquellas fragancias que tan familiares me eran. Aceleré el paso, no quería terminar empapada, era lo que me faltaba para rematar el día. Entré rápidamente y cerré la puerta. En ese momento apareció Doris bastante alterada.

—Dónde se había metido señorita, ¿por qué no avisó que se marchaba? su padre está preocupado, ande y vaya al despacho le está esperando allí —me recriminó severamente.

—Perdone, olvidé avisar que me marchaba con Thomas, iré a hablar con él —al menos nadie se había dado cuenta de que nos marchamos cada uno por un lado.

Me mentalicé para fingir que nada pasaba y entré en el despacho. Observé que mi padre estaba sentado en su sillón y contemplaba atentamente el enorme retrato de mi madre que colgaba en la pared. Estaba como hipnotizado ya que no se percató de mi presencia. Me preguntaba qué debía pasar por su mente en aquellos momentos. Aún la seguía amando, solo había que fijarse en cómo hablaba de ella o como la miraba aun sabiendo que solo era un retrato. Quizás no se tomase tan mal como yo creía que hubiese roto mi compromiso con Thomas y aceptase que a quien amaba era a James, omitiendo y ocultándole que era un vampiro claro.