Capitulo 8

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*Seis meses despues*

Tauriel esquivo la daga y ataco con una estocada. Dio medio giro y quiso atacar de nuevo, pero termino en el suelo, con una daga sobre su garganta.
-¡Cuatro de cinco!- se escuchó la alegre voz de Anrod.
La elfa silvana gruño y se separo de el. Anrod volvió a reír ante la indignada cara de la elfa, y le ayudo a levantarse.
-¡No te rías Anrod!- le reclamo, reprimiendo una sonrisa y fingiendo estar enfadada.
Anrod la miro seriamente a los ojos.
Tauriel lo miro amenazadoramente.
De repente, ambos elfos comenzaron a reír a carcajadas. Se tiraron al suelo y rieron hasta que les dolió el estomago.
El elfo la miraba reír y apreciaba cada expresión de su rostro.
Desde el incidente en el bosque, su amor por la elfa se había acrecentado mas y mas. Tauriel se sentó y trato de recuperar el aire.
-Te juego a que te gano la próxima- le dijo sonriendo. Anrod se levanto y la ayudo a pararse.
-Quizá la próxima, pero me tengo que ir-
La hija del bosque hizo cara de puchero y le rogó:
-¡Anrod! ¡Me lo prometiste!-
-Lo se, lo se- le respondió el capitán -, pero debo ir con el Rey antes de partir-.
Tauriel frunció el ceño.
-¿Partir?
-Si. Debo ir a Erebor.
La elfa lo miro interrogativamente.
-De mensajero, ya sabes- explico Anrod. La hija del bosque asintió, ahora seria.
-Entonces date prisa- le aconsejo.
Anrod se despidió de ella con un apretón de manos.
-Espero verte mas tarde- le dijo mientras aun sujetaba su mano.
-Lo harás- le respondió ella-. Al fin y al cabo, el solo Erebor-
El capitán de la guardia sonrió y se alejo de la pista de entrenamiento.

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Legolas observo como el elfo y Tauriel reian.
Los podía observar claramente desde donde estaba, oculto entre los pilares del piso superior al campo de entrenamiento.
No sabia por que habia ido a aquel lugar, teniendo una responsabilidad que cumplir en otra parte. Le hubiera gustado decir que era solo para verificar algo, pero una parte muy onda de el sabia por que.
Había acudido ahí para ver a Tauriel.
Cada día se le hacia mas insoportable el poder verla sabiendo que la amaba, y sin poder acercarse a ella. Podía ver también la fuerte amistad que tenia con Anrod, esperando que fuera solo eso.
Una amistad.
Los miro atentamente, hasta que se estrecharon la mano y el se fue.
Se quedo observando como Tauriel lo miraba alejarse y luego se frotaba la mano ligera y discretamente.
La elfa se quedo sola recogiendo las armas que habían ocupado, pero Legolas no bajo.
Se limito a observarla, como siempre había echo.
Simplemente, la miro.

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La hija del bosque recogió las armas y se retiro a su habitación.
Se sentó frente a su escritorio, lleno de cosas como cuchillos, cantimploras, puntas de flecha, alambres, e incluso pedazo de cuero.
Tauriel suspiro distraídamente.
Había algo rondando por su mente...
Y no sabia que era.

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Hola!
Lamento que este capitulo este corto, pero bueno.
Voy a subir capítulos mas seguido, ya que últimamente traigo mucha inspiración.
Espero que les siga gustando la historia, y que dentro de dos capítulos mas o menos, se volverá mas interesante.
¡Seguid comentando y votando por favor!
¡Gracias!

Hija del BosqueWhere stories live. Discover now