El rey demonio (𝚃𝚘𝚍𝚘𝙱𝚊𝚔𝚞)

Capítulo 10 - Juntos por toda la eternidad

Katsuki apareció dentro del castillo del reino Shigaraki y corrió hacia la entrada con Shouto en brazos, mientras la sangre no dejaba de escurrir. No quería perder el tiempo en formalidades.

—¡¡Tomura!! ¡¡TOMURA!! —llamó a gritos.

—¿Qué rayos sucede? ¿Por qué gritas tanto? —preguntó Dabi saliendo por un pasillo.

—¡¡Shouto está muriendo!! ¡¡No sé qué hacer!! —gritó Katsuki desesperado.

Dabi observó con sorpresa a Shouto lleno de sangre en brazos de Katsuki.

—¡Tráelo rápido! —apuró mientras se dirigía hacia el área de enfermería. En el camino se encontró a Twice paseando alegremente, estiró la mano y lo agarro del traje —¡Llama a Tomura! ¡Dile que es urgente! —le gritó, luego siguió con su camino mientras Katsuki corría tras él.

—¡¡Solo lo haré porque no quiero que el jefe me mate!! —gritó Twice a lo lejos.

Dabi entró a la habitación apurado —Acuéstalo allí.

Katsuki colocó con cuidado a Shouto en la camilla y sujetó su mano.

—Shouto está muriendo —le dijo a Dabi con los ojos llenos de lágrimas.

Dabi apretó los puños sin saber que hacer.

Tomura entró apresurado y se sorprendió al ver a Katsuki en el lugar.

—¿Qué está sucediendo? —preguntó.

—Shouto está muriendo y Katsuki está en shock —informó Dabi.

Tomura suspiró, porque era obvio que, por el shock, Katsuki no había podido pensar siquiera que en su reino tenía a una excelente sanadora. Pero ahora ya era tarde y no podían mover más a Shouto sin peligro de que muriera, así que tenía que ser curado en ese lugar sí o sí.

El demonio curandero de ese reino entró unos segundos después y se acercó a revisar a Shouto.

—Perdió demasiada sangre —dijo el doctor —, será necesaria una transfusión de sangre. ¿Quién puede donársela?

Dabi abrió la boca, pero se detuvo antes de hablar. Tomura lo miró fijamente mientras él dudaba.

—Yo puedo hacerlo —dijo Katsuki, sin haber soltado la mano en ningún momento —. Yo le donaré a Shouto toda la sangre que sea necesaria.

El doctor asintió e inmediatamente se puso a preparar todos los instrumentos.

Con cuidado quitaron la parte superior de la ropa que traía Shouto y que ahora estaba desgarrada.

El doctor traspasó la sangre de Katsuki al cuerpo de Shouto y luego comenzó a curar levemente sus heridas mientras Katsuki descansaba en una silla, muy cerca de la camilla.

—¿Cómo está? No va a morir, ¿verdad? —preguntó Dabi temeroso.

—No puedo decir nada con certeza. Lo único que queda es esperar a que su sangre demoníaca comience a hacer efecto —dijo el doctor.

—Pero él es un humano —dijo Dabi preocupado.

—Vaya —dijo sorprendido el curandero —, entonces será un milagro si sobrevive. Aunque puede que pase lo mismo que le pasó a usted después de recibir la sangre demoníaca. Como dije antes, solo queda esperar —finalizó el curandero y luego salió de la habitación.

—¿Eso significa que Shouto morirá? —preguntó Katsuki en un susurro cansado.

Tomura se acercó a su lado y colocó una mano en su hombro —No hay nada que podamos hacer. Lo único que queda es que te quedes a su lado hasta que despierte nuevamente.