El rey demonio (𝚃𝚘𝚍𝚘𝙱𝚊𝚔𝚞)

Capítulo 1 - El campesino

Shouto Todoroki, el príncipe del reino "Kaji" llevaba una semana viajando en completa soledad. Tenía la misión de obtener la cabeza del dragón que robaba comida y asustaba a los habitantes del reino "Hana". La soledad para él no era un problema, la mayoría del tiempo estaba solo y no era alguien conversador, por lo que se las había arreglado completamente bien en soledad.

Durante esos días en que llevaba viajando había sido atacado por varios animales y ladrones, pero gracias a su espada "Hi to kōri" se las había arreglado con facilidad.

Según sus cálculos estaba a un día de llegar a su destino, muy pronto podría cumplir su último requerimiento para convertirse en rey.

Su caballo relinchó con cansancio y Shouto decidió que podía dejarlo descansar. Se detuvo cerca del rio y se bajó del caballo para permitirle beber y comer. Shouto sacó una manta de la mochila que cargaba y la tendió en el suelo, luego sacó una ración de comida, cuando se preparó para comer escuchó unos quejidos a lo lejos.

Sujetó su espada con fuerza y se puso de pie dispuesto a encontrar el origen. Avanzó por la orilla del rio agudizando el oído, pero los quejidos ya no se escuchaban, de pronto vio a un chico sentado junto al agua y apretando su brazo derecho con la otra mano.

—Oye —llamó Shouto —¿Necesitas ayuda?

El chico levantó la vista sorprendido y luego le sonrió ampliamente —Si por favor.

Shouto lo observó con atención. No vestía como alguien que viviera en el reino "Hana", más bien parecía un campesino, su cabello rojo estaba peinado hacia arriba y su vestimenta estaba desgastada. Sus ojos rojos lo observaban con curiosidad. No parecía llevar ninguna arma con él, e incluso la herida de su brazo no le permitiría manejar ninguna. Decidiendo que no había peligro alguno el príncipe se acercó soltando la espada.

Tomó el brazo del chico y analizó la herida —Está profunda, ¿cómo te la hiciste? —preguntó. Una herida así no era fácil de hacer, parecía la herida que una flecha provocaba.

—Estaba trepando un árbol y me caí, creo que había algo en el suelo que se encajó en mi brazo —dijo el otro chico con preocupación.

Shouto sacó su caja de primeros auxilios y comenzó a desinfectar la herida, el chico no se quejó del dolor en ningún momento, cuando la herida estuvo limpia colocó una venda para cubrirla del polvo y evitar que se infectara. El estar cerca del rio y tener agua al alcance ayudó mucho con la curación.

El chico se miró el brazo vendado mientras Shouto guardaba los materiales que había utilizado.

—Gracias por la ayuda —agradeció.

—¿Qué haces solo en el bosque? —preguntó Shouto.

—Vine a... —de pronto se escuchó el rugido de un estómago —Lo siento —se disculpó el chico apretando su estómago, pero el rugido no dejaba de escucharse.

Shouto pensó un poco —¿Quieres comer conmigo? Dejé mis cosas atrás, si me acompañas puedo compartir mi comida —dijo, tenía comida suficiente como para terminar su viaje y compartir con otra persona.

El chico sonrió alegremente y asintió —Si, gracias.

Cuando llegaron hasta donde estaba el caballo el sol ya se estaba ocultando y solo eran iluminados por la débil luz rojiza que brindaba el atardecer. Shouto recogió algunos leños que estaban entre los árboles y encendió una fogata con la ayuda de un mechero. Luego sacó la comida e invitó al otro chico a sentarse en la manta que aún estaba colocada.

Comieron en silencio durante algunos minutos, Shouto pudo notar como el chico comía vorazmente, como si llevara mucho tiempo sin comer.

El chico pareció notar que era observado ya que bajó el muslo de pollo que comía y lo colocó en el plato —Perdón por no presentarme antes —dijo limpiando las manos en su ropa —, mi nombre es Eijiro. ¿Cuál es el tuyo?