Capítulo 5 - El reino demoniaco

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Cuando, un día después, Shouto decidió que estaba lo suficiente recuperado como para partir, el demonio y él se prepararon para viajar al reino "Bakugou".

Shouto se despidió de Izuku, el aldeano que era tan amable con él cada vez que se encontraban. Le dijo que se iría un tiempo de la aldea a buscar algo, pero que después regresaría para visitarlos a todos. Izuku le dijo que tuviera cuidado y que ojalá obtuviera lo que buscaba.

El demonio Katsuki había encontrado el caballo de Shouto y había recuperado su equipaje intacto. Ahora Shouto estaba preparado para, una vez más, partir en un viaje en búsqueda de la cabeza de un dragón. Tenía su preciada espada nuevamente en sus manos y había recuperado la confianza perdida.

Ahora solo tenía que despedirse nuevamente antes de irse. Pero esta vez le pesaba más dejar a las personas que lo habían tratado tan bien.

Eijiro había prometido que, si regresaban con la cabeza del rey dragón, dejaría de atacar el reino "Hana" durante algunos años para que no sospecharan que el dragón que Shouto había entregado no era el verdadero.

Shouto había sentido un inmenso agradecimiento solo por ese ofrecimiento.

—No olvides llevar el colmillo siempre contigo —le recordó Eijiro abrazándolo después.

Shouto le devolvió el abrazo —No lo olvidaré —respondió.

Cuando se separaron Mina se lanzó a abrazarlo también con lágrimas en los ojos.

—¿También puedo abrazarte? —preguntó Denki con duda. Shouto asintió y el pequeño dragón lo abrazó con alegría.

Hanta se unió al abrazo y Shouto fue apretado tan fuerte que sintió que el aire le faltaba.

—Si quieren matarlo déjenmelo a mí —dijo Katsuki viendo el rostro del príncipe ponerse un poco morado.

Los chicos inmediatamente lo soltaron y se lanzaron a abrazar al demonio gruñón.

Shouto observó como fingía resistirse a ser abrazado, pero al final, terminaba devolviendo el abrazo con fingida reticencia.

—Los vamos a extrañar —dijo Mina limpiándose las lágrimas —, vuelvan pronto por favor. Esperaremos con ansias su regreso.

—Tengan cuidado —dijo Hanta.

—No olviden comer bien —dijo Denki con los ojos un poco llorosos.

—Y no hablen con extraños —sonrió Eijiro.

Katsuki se cruzó de brazos y se alejó un poco de ellos.

Shouto asintió a las recomendaciones de los dragones y se acercó hasta el demonio.

Katsuki sujetó la cintura de Shouto y ambos desaparecieron entre una enorme explosión.

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Cuando el brillo de la explosión se extinguió, Shouto sintió como caía desde el aire. Pero en ningún momento golpeó contra el suelo. Shouto levantó la cabeza desde la superficie suave en la que había caído y pudo observar unas largas y rubias pestañas que brillaban iluminadas por el sol, cubriendo unos brillantes ojos escarlata. Katsuki lo empujó a un lado para apartarlo y esta vez Shouto si golpeó contra el suelo.

Se puso de pie con lentitud apartando de su camino la bolsa que llevaba.

—¿En dónde estamos? —preguntó Shouto observando los bellos alrededores.

—Bienvenido al reino "Bakugou" —dijo Katsuki.

El reino era un lugar lleno de estatuas de oro. Todo era de oro; las bancas, las mesas, las sillas. Incluso había jardines con pasto extrañamente parecido al oro y con hermosas flores de muchos colores.

El rey demonio (𝚃𝚘𝚍𝚘𝙱𝚊𝚔𝚞)Where stories live. Discover now