Pesadilla [COMPLETA] [+18]

Capitulo 6

Al parecer ninguna tenía la más mínima intención de hablar de ello ya han pasado algunos días desde aquella noche y nada raro había pasado, mi sugestión se había desvanecido por completo. Fue una pérdida de tiempo y dinero. Rose siempre tuvo razón, solo gaste mis energías pensando en lo que había dicho la chica del tarot, de que regresaría, la nubecita de humo ridícula, desgastándome por todas las intranquilidades que me ocasionaba todo ese asunto. Nunca debí preocuparme por eso, tenía prácticamente un matrimonio en puerta con un hombre al que no quiero y yo con mis tonterías.

Ya había terminado mi día en la escuela y Hank vendrá por mí, esta noche se quedara a dormir en mi casa. Creo que ya es hora de que comencemos a vivir como un matrimonio...

—Hola, cariño ¿Cómo te fue hoy?— Preguntaba Hank sacándome de mis pensamientos

—Muy bien, Hank ¿Qué tal el trabajo?

—Cansado como siempre pero nada evitara que tenga energía para ti— Me besó y subimos a su coche para ir a casa.

Durante el trayecto hablamos de la boda, la escuela, el trabajo, etc. A ninguno de los dos nos emocionaba la idea de casarnos, él cree que no lo sé pero Hank es un mujeriego de lo peor, le encantan las fiestas además de que es un imbécil. Las razones por las que está conmigo y por las que se casara son simples: si no se casa, jamás obtendrá la herencia que le corresponde, el trato es que se le otorgue una vez tenga un hijo; está conmigo porque tiene la estúpida idea de que soy suya y de cierta forma es verdad, no he tenido ningún otro novio pero si he tenido mis asuntos con otros chicos. El más importante fue Joe, por él estuve a punto de terminar con todo esto del compromiso pero después él se marchó a Inglaterra para terminar la universidad y quedé totalmente resignada.

Mi vida amorosa es horrible, me casaré con un hombre que no amo, a quien quise ciegamente se marchó, los otros chicos con los que salí no me gustaban del todo y hay un grupo de estúpidos que no dejan de molestarme cada vez que me ven y todo gracias a mi hermoso prometido ¿Qué más me falta?

Llegamos a casa y todo era normal como cualquier otro día, le prepare algo de cenar, vimos una película y nos dirigimos a mi cama a dormir. No pasaron ni 5 minutos cuando empecé a sentir una mano bajo mi blusa

—Hank, basta, quiero dormir

—Vamos cariño, ya nos casaremos ¿Por qué no puedo hacerte mía?

Odio esa maldita pregunta, la he escuchado durante los últimos años, pero ya es hora de que lo haga...

—Está bien...— Ya estaba cansada de todo esto

—¿Es en serio?— Dijo Hank muy sorprendido

—Sí, tienes razón; pronto nos casaremos, no le veo nada malo

Cerré mis ojos y no puse ningún tipo de resistencia, tarde o temprano tendrá que pasar

No dejes que te toque

¿Eh? ¿Qué ha sido eso?

Eres mía

Esta voz que me susurra... ¡¿DE QUIÉN ES?!