Pesadilla [COMPLETA] [+18]

Capitulo 25

Nunca había estado tan asustada de un demonio, mucho menos de Jasper pero el verlo tan furioso solo me hace pensar que me matará.

—¡RESPONDE!

No pude evitarlo, comencé a llorar... El agarre de Jasper se suavizo hasta soltarme, se alejó de mí y me dio la espalda

—¿Estuviste con otro?

Escuchar eso me hizo caer al suelo, me dolió que desconfiara de mí de esa manera; ahora no quiero escuchar una sola palabra de él...

—Te recuerdo que el trato era...

—¡CÁLLATE! ¡ERES UN IDIOTA! ¡LARGO DE AQUÍ!

—¡No me iré!— Me levantó tirando de mi cabello— ¡¿Quién fue el estúpido con que estuviste?!

—¡No estuve con nadie!

—¡No soy estúpido, Luna! ¡Tienes el olor de otro!

—¡La única tonta soy yo! ¡Por querer llegar lo más pronto posible para que me abrazaras y lo único que haces es desconfiar de mí! ¡Se supone me protegerías y eres quien me lástima!— Soltó mi cabello, su expresión era de confusión.

—¿Qué fue lo que te pasó?

—Un demonio me siguió toda la tarde, me acorraló en un callejón diciendo que percibía tu olor y que quería marcarme— Calmé mi llanto e intenté recuperar la compostura.

—Vamos— Dijo mientras tiraba de mi brazo

—¿A dónde?

—Al lugar en donde pueda encontrar a ese idiota

Íbamos caminando por la calle hacia el callejón donde me había enfrentado a ese demonio

—¿Recuerdas algo de él, alguna característica?

—Sus ojos eran amarillos, no sé si tenía colmillos largos y su cola era muy sensible— Dije secamente, aún sigo molesta

—¿Qué hay de sus alas?

—No sé, nunca las vi

—Humano que vendió su alma, no son para nada fuertes comparados con los de mi clase.

Una vez dijo eso, alguien jaló mi cabello y tapó mi boca

—No eres muy listo, tienes a una virgen y no haces más que tentar a todos en las calles

—Suelta a mi mujer— Sentí como me liberó cuando Jasper mostró su verdadera naturaleza— Ven conmigo, muñeca

—Mi Señor, perdóneme; no tenía idea de que fuera una de sus mujeres— ¿Señor? ¿Mujeres?— Por favor, le suplico me perdone

—No me pidas perdón, inclínate ante ella; si te perdona, vivirás, si no...

—Mi Lady, no tenía idea de que su dueño fuera mi Señor. Suplico su perdón y le juro que no volveré a tocarla.

—No te atrevas a volver a cruzarte en mi camino, si lo haces; le diré que te mate

—Como ordene. Me marcho

En cuanto dijo eso desapareció. Jasper me llevo de vuelta a casa. No me importa si se siente interrogado; hay varias cosas que debe aclararme.