Pesadilla [COMPLETA] [+18]

Capitulo 28

Han pasado algunos días desde el encuentro con Ivy. Casi no he visto a Jasper, lo vi hace dos días y no he sabido más de él. Me pregunto si algo malo pasó... la chica parecía hablar en serio con respecto a la madre de Jasper. Ya había pensado en preguntarle a Violet; al parecer eran amigos.

Al llegar a su lugar de trabajo, a aquella tienda donde todo comenzó; casi me da nostalgia. Creo que extraño a Jasper, después de todo, ya me había acostumbrado a él.

—¡Hola Luna! ¿Cómo has estado?

—Hola Violet. Estoy bien, gracias

—Sabes... me sorprendiste al decirme que querías saber más sobre Jasper. No sé cuál es su situación/relación actual, espero me cuentes los detalles— Me observó con notable confusión— Déjame decirte que tienes algo distinto, no sé qué es pero... no puedo ver nada.

—¿De qué hablas?

—Antes podía leer un poco de ti, siempre fue un poco borroso; pero ahora no puedo ver nada. Supongo que es la presencia de Jasper. Cambiando de tema, ¿Qué quieres saber?

—Todo. ¿Cómo se conocieron, qué pasó entre ustedes, por qué tu madre nos dio su nombre? Todo.

—Vaya... te ves muy decidida. Me agradas lo suficiente y no dejo de creer que tienes algo especial dentro de ti; la prueba más grande es ese demonio que no le importó abandonarlo todo con tal de tenerte. Así que te lo contaré; para empezar, te sorprenderá saber que Jasper no solo era mi amigo, también es mi hermano. Nuestro padre es el mismo, y nuestras madres distintas; su madre es una demonio muy poderosa, respetada y de alto rango. No te daré su nombre, eso es algo que él debe decirte. Y como te imaginarás, mi madre es una simple bruja que fue seducida por mi padre, quién solo buscaba arrebatarle su virginidad, como todo demonio haría. Aunque no contaba con que mi madre tuviera todo planeado, nuestro aquelarre suele tener una sola hija, la cual es concebida durante la perdida de la virginidad. Cuando mi padre se enteró de mi nacimiento, prometió que cuidaría de nosotras. Yo crecí como cualquier hija de una bruja, alrededor de mis 18 conocí a Jasper gracias a mi padre; él ya era tal y como lo conoces, no ha cambiado nada. Al principio nos llevamos bien, no era una relación de hermanos pero si una de amigos; todo se rompió cuando Ivy apareció en su vida, él estaba perdido, al parecer la sangre de esa tipa es muy adictiva, no hubiera esperado menos de una súcubo. Jasper robó varias almas para ella y yo le ayudaba, a final de cuentas era mi hermano. Un día él me pidió el alma de mi madre, yo me negué y comenzamos a pelear; él lo tomó como traición es por eso que nos distanciamos. Después de un tiempo supe que él y Ivy se odiaban, ella al parecer es lo más cercano a una prometida, declarada por su madre; él rechazó esa idea porque siempre le encantó estar en los sueños de las mujeres, salir con otras demonios y el hecho de que quisieran atarlo no le agradó. Por lo que superó su adicción a su sangre y se dedicó a hacer tratos y a tener sexo tanto con humanas como con otros seres. Después de todo eso, mi padre nos pidió encontrar a alguien que detuviera ese comportamiento, era algo a lo que no podíamos negarnos. Buscamos durante años, y el día en que ustedes entraron, ambas notamos que tenías algo especial. Cuando mi madre se enteró de que el ritual era para ti, supo que era la mejor oportunidad que tendríamos. Y no nos equivocamos, pero algo dentro me remordió un poco al saber cómo era mi hermano; así que fingí "advertirte". Eso solo me hizo confirmar lo que ahora sé: eres lo suficientemente fuerte para él.

—Yo...— No tenía ni idea de qué decir

—¿Sin palabras?

—Sí... entonces, ¿eres mitad demonio?

—Sí. De esa parte viene mi poder de adivinación. Ahora cuéntame, ¿Cómo es tu relación con mi hermano?

—Complicada... en realidad, no tengo idea que clase de relación tenemos. Por lo pronto, te agradará saber que cerramos el trato.

—¡Perfecto! Lo ataste

—También apareció Ivy. Pero él no le tiene interés, no te preocupes por ello.

—Debo volver al trabajo. Pero te diré, ten cuidado con su madre; estoy muy segura de que no te querrá con su hijo. Por parte de mi padre, tendrás su apoyo, mi madre y yo nos aseguraremos de ello. Y no confíes en nada de lo que la demonio te diga, no te dejes engañar. Es más astuta de lo que parece.

Cada vez es más claro y confuso lo que pasa. Por ahora, debo buscar Jasper y hablar. Algo me da mala espina.