10. Novedad

740 88 5
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Bajé las escaleras con un nudo en el estómago. Era la primera vez que debía enfrentarme a algo como esto.

Saludé con rapidez a mis padres y corrí hacia la puerta para recibir a Meison. Quien en realidad, no sabía cuánto tiempo llevaba esperándome ahí.

Me saludó con un beso en la mejilla discretamente y le sonreí dejándolo pasar.

Llegamos a la cocina y sentí como mi estómago se revolvía mientras el saludaba a mi familia.

Nerviosamente acaricié el dije de mi nuevo collar.

Meison me miró como preguntando si era el momento indicado. Asentí.

—Mamá, papá... Meison y yo debemos decirles algo.

— ¿Sobre qué Mackenzie?

Miré a Meison en señal de dejarle la parte difícil.

—Nosotros queremos... tener su aprobación para comenzar nuestra re-relación—Tartamudeó.

Mi padre bajó la mirada y una sonrisa escapó de sus labios.

—Gané—Anunció mamá.

— ¿Ganar? ¿Ganar qué?

—Aposté con tu padre a que Meison y tú estarían juntos más rápido de lo que creíamos.

—Mamá—Musité como en un regaño.

Ambos rieron.

—Claro que tienen mi aprobación—Contestó mamá y miro a mi padre— ¿Stefan?....

—Mientras cuides a mi hija todo está bien.

Meison sonrió mirándome y asintió.

Bree pareció igual de indiferente que mis padres. Al parecer toda la familia ya se lo esperaba.

Nos despedimos de ellos y salimos de mi casa.

—Amo a tus padres—Susurró en mi oído.

—Es fácil decir eso cuando no es a ti a quien avergüenzan, como lo acaban de hacer.

Nos dirigíamos al Danzart.

Todo el fin de semana habíamos hablado sobre cómo decirles, sobre si se enojarían, se alegrarían, o como lo tomarían.

Sus padres no tenían problema en nuestra relación.

Cuando Krystal se enteró comenzó a gritar como loca y me abrazaba cada diez segundos. Estaba tan feliz de que su hijo, el que un día no tenía nada de amor en su vida y se encontraba solo, hubiera encontrado una familia que lo amaba, amigos y ahora una chica que lo hacía tan feliz.

Me alegraba esa sensación de estar completa finalmente. De no tener miedo a su lado, no más. Nunca más.

Estar con él era como comer tu postre favorito por siempre, sin parar, sin remordimientos, sin final, por siempre.

Ghost Love.© (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora