Capítulo 14

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—¿Qué estamos haciendo, Henderasito? —susurro contra sus labios después de el largo beso que nos dimos.

—No sé, princesita. Besarnos creo — sonríe y acaricia mi mejilla.

—Pero no deberíamos —niego con la cabeza. —Nos detestamos.

—Lo sé —asiente —Pero pues, nos gusta besarnos — él deja un beso corto sobre mis labios y sonrió. No sé qué está haciendo conmigo este chico. Él muerde mi labio inferior con delicadeza y yo cierro los ojos.

Cuando estamos apunto de volver a besarnos escuchamos unos ruidos afuera del salón y nos separamos rápidamente. Él se levanta y me ayuda a levantarme. Vemos como se abre la puerta y es el conserje. Al reconocerme abre los ojos sorprendido.

—¿Qué hacen aquí? —pregunta confundido.

—Carl, nos hicieron una broma y nos dejaron encerrados aquí — le digo con fingida molestia.

—¿De verdad? —frunce el ceño y mira a Hender, éste solo asiente. —Bueno ya pueden irse.

—No le vayas a contar a mi papá, ¿Sí? Un secreto entre los dos —le suplico.

—Esta bien señorita —él me regala una sonrisa y salgo de allí con Hender siguiendome por atrás. Sin decir ninguna palabra empiezo a subir las escaleras con cuidado.

Al llegar ya arriba veo que esta completamente solo. Necesito urgente hablar con las chicas del por qué se fueron y me dejaron.

—Puedo llevarte —habla Hender cuando ya salimos del colegio y yo volteo a verlo — Tus amigas no se ven por aquí —se encoje de hombros.

—Esta bien, supongo —él asiente y camina por delante de mí hacia su auto. Al llegar a este ambos nos montamos y él lo enciende para empezar a manejar.

Definitivamente estos han sido los minutos más incómodos de mi vida. Ni siquiera la radio apacigua el silencio entre los dos y lo relaja. Pero bueno, tampoco hay mucho de qué hablar, o eso pienso yo. Él estaciona frente a mi casa y apaga el auto.

—Yo —él habla y lo miro — Siento si he sido muy cruel contigo —me sorprende su disculpa.

—No importa —le resto importancia y le sonrió —Gracias por traerme —él asiente y yo me bajo del auto. El me guiña un ojo y se va.

Empiezo a caminar a la entrada de mi casa pero escucho un auto y volteo a ver. Veo como Alex bajo de el y yo maldigo por dentro. Se me había olvidado por completo Alex. Él se acerca a mí.

—¿Ese era mi hermano? —me pregunta él señalando el auto que se acaba de ir.

—Sí, es que nos quedamos reunidos en el colegio por el comité del baile y se ofreció en traerme. Siento no haberte avisado — hago mi mejor cara de tristeza.

—No, tranquila. Sólo me sorprendió, ya que como no se llevan bien — él rasca su nuca.

Pues no nos llevamos bien, pero vaya que cuando nos besamos, sí.
—Sí, pero un favor es un favor —me encojo de hombros — Bueno, gracias por venir pero ya entrare a mi casa antes de que me regañen.

—También vine, a ver si querías ir al cine hoy conmigo —murmura él viendo hacia el suelo.

—¿En serio? —pregunto sorprendida

—Sí, incluso le pedí permiso a tu papá y me dijo que estaba bien.

—Oh, vale —respondo un poco incomoda — Voy a cambiarme y todo eso, y salimos. — él asiente y yo me volteo para caminar hacia mi casa pero no escucho a Alex siguiendome y cuando me volteo esta en el mismo lugar en que lo deje — ¿No vienes? — él se sobresalta y asiente rápidamente. Vaya chico.

Chica Mimada (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora