Capítulo 24: "¿Qué está ocurriendo?"

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Amanda

El solo hecho de que su propia madre me escribiera provocaba que una corriente eléctrica recorriera mi espina dorsal; la cual a estas instancias pensaba que era el cúmulo de mis corrientes eléctricas provocadas por mis emociones. En fín, me permití pensar la carta a profundidad, más bien en su contenido. Era impresionante que Lady Adalina Fosatti me hubiera escrito a mí mientras que yo pensaba que era Benjamín el que me escribía; las variables habían cambiado, ahora ella me invitaba a almorzar, y el miedo me estaba asaltando, ¿qué sucedería si avergonzaba a Benjamín?¿y si no resultaba ser lo que su madre esperaba? ¿qué pasaría si decía o cometía alguna tontería? ¿cómo reaccionaría ella?

Conocía muy por arriba a lo que era la figura de lord Fosatti y su esposa, más por lo que Benjamín le había contado. No sabía demasiado. Ellos eran un unido matrimonio casado desde hace muchos años y el padre de ella se había opuesto a esta unión hasta su propia muerte, cuando los amantes se casaron. Tuvieron un hijo que ahora conocía y por el cual sentía una fuerte conexión, algo inconsciente a mi parecer pero espontánea.

-¡Amanda!- Escuché la voz lejana pero muy severa de mi madre. Levanté la mirada, y fue cuando me dí cuenta que hasta ese momento había entrado como en una especie de trance mecánico pues había tenido la vista en el papel durante largos e inquietantes minutos.

-Discúlpame madre- Le respondo, aún bastante aturdida, absorta- No volveré a faltar el respeto.

-¿Sucedió algo importante, hermana?- La pregunta de Marcus me lleva de nuevo a la realidad.
Siento la tensión, como a mi madre y a mis hermanos les había invadido la curiosidad, sus miradas inquisitivas lo decían todo por lo que decidí ignorarlas rápidamente.

-No, no... de hecho nada- Respondo, negando cualquier cosa, cuando realmente era todo lo contrario. Dentro de ella

-Tu expresión demuestra lo contrario- Contesta Thomas.

Intenté evadir el comentario- Claro que no, son impresiones tuyas- Aclaré- Ya terminé- Anuncié, alejando mi plato y tomando las últimas gotas del té. Me levanté de mi asiento provocando un ruido contra el suelo- Iré a prepararme para asistir a la Iglesia- Me encaminé a las escaleras y las subí apresuradamente, aferrando con más fuerza la carta de Lady Adalina.

Sin embargo, escucho unos pasos fuertes detrás de mí, en los peldaños, temí que se tratase de Blanche y comenzé a prepararme para cualquier tipo de pregunta invasiva que hiciese. No es hasta que llego al pasillo que me doy la vuelta y enfrento a Thomas.

-¿Qué sucede?- Le pregunto.

-Necesito hablar contigo- Agudizé mis sentidos, intento captar cual es su intención aunque no lo consigo. Le pido que me siga con un gesto de cabeza. Entramos a mi alcoba. La cama ya estaba perfectamente echa y los ventanales abiertos, dejando entrar una brisa imponente que a la vez venía calurosamente cargada con la humedad de los últimos días. Yo cierro la puerta luego de que él ingresase y abro las cortinas dejando que entrase la luz del sol, poco intensa a esa hora de la mañana.

Intenté adivinar que quería.

-Ahora sí. ¿Qué necesitas?- Inquiero, cruzándome de brazos frente a Thomas, mientras que él tomaba asiento cómodamente al pie de la cama.

-Necesitar, nada. Conocer, mucho-Frunzo el seño, sin entender nada de lo que insinúa.

-No te comprendo, ¿la Scotland Yard inglesa te ha contratado para realizar averiguaciones es las urbanizaciones?

-Nada más errado que eso. Me gustaría saber en qué andas metida o con quién estás involucrada.

<< Con quién estás involucrada >> Benjamín.

Lady Amy #3Where stories live. Discover now