A PRUEBA DE BALAS

REBELANDO CARTAS SEGUNDA PARTE

-Lamento a ver causado inconvenientes señores –dijo Serena al tiempo que se dirigía a Yoongui y Namjoon quienes eran los únicos que se encontraban en la sala.

-Todo está bien ¿verdad Serena?            –Yoongui miraba a la joven guardaespaldas con sumo cuidado, Serena podía sentir como el joven Min quería descubrir hasta sus más oscuros pensamientos con aquella mirada tan fría y gentil a la vez.

-C-claro que todo está en orden joven Yoongui –respondió la joven sobrellenado la mirada del pálido. Dejando un poco aturdido a Namjoon por la forma en que se podía sentir la tensión ante aquellos dos.

-Y.... que fue lo que sucedió porque saliste corriendo, si sabes que Tae Y Jimin se preocuparon. –Namjoon dijo para quitar aquella tensión, algo que no resulto del todo ya que el rostro de Serena se tornó melancólico.

-En verdad señor discúlpeme, no fue mi intención preocupar a los jóvenes –en ese instante Yoongui estaba a punto de refutar algo ante Serena, pero la intervención de Gustin lo impido.

-Señores lamento la intromisión, pero necesito hablar con la señorita Serena sobre el reporte que se levantara el día de hoy por el pequeño incidente del paparazi. –Gustin sonaba muy razonable ante sus palabras.

-Entonces toda esa carrera fue por un paparazi??... Valla Serena sí que te tomas tu trabajo muy enserio –decía Namjoon sorprendido.

-Joven Namjoon, mi trabajo es sumamente Serio, cuidar de sus integridades es mi prioridad –Serena decía todo aquello con sinceridad. –Así que con su permiso m retiro con Gustin para realizar nuestro encuadre de actividades.

-adelante –dijo Namjoon.

-Después de que terminen su famoso encuadre quiero verte en mi estudio Serena – la voz de Yoongui era sumamente severa. A lo que la joven solo asintió y se retiró.

[.......................................]

Serena y Gustin se encontraban en el cuarto de la joven haciendo su encuadre de actividades correspondientes ya llevaban unos 40 minutos haciendo aquello, en un silencio un tanto incomodo, pero que aun así no impedía que realizaran el trabajo de manera adecuada. Pero llego el momento de romper aquel incomodo silencio siendo Gustin quien acabara con él.

-Serena... recuerdas que yo... una ocasión te dije que podrías confiar en mi –Gustin decía todo aquello sin apartar la mirada de sus documentos.

-Si lo recuerdo... ya deberías de estar satisfecho con la confianza que te he otorgado hasta ahora, te he confiado la seguridad de mis siete soles –Gustin al escuchar aquello quedo sumamente sorprendido ¿Qué le había pasado a la Serena que el conoció en la academia?

-Según recuerdo tú detestas a los Idols y a toda persona con mucha fama. –dijo el chico con tono de ironía.

-Sabes Gustin Grand, las personas cambian y yo cambie, desde el primer día que conocí aquellos siete Idols..., me restregaron en la cara lo equivocada que estaba, que no toda las personas con fama son como mis pretenciosos padres, esos siete Idols, me demostraron, que hay más, que caras bonitas o buen físico para estar en el lugar en que ellos se encuentran, practican y practican para alcanzar la perfección, dejan todo sus sentimientos desbordados en cada palabra, cada frase, de sus canciones por Army, ellos Gustin son más humanos que tú y yo –la joven miraba con recelo a Gustin y señalaba con su dedo índice resaltando lo último dicho, dejando Al joven frente a ella sorprendido por lo directas que eran sus palabras – Y una cosa más.... Nunca me trataron como Perro de Casería.

Aquello ultimo dejo al joven con un enorme nudo en la garganta, y los ojos cristalinos, podía sentir como su corazón ardía y se consumía lentamente, solo pudo observar como Serena se levantaba de su lugar para irse dejándolo solo con aquel recuerdo.