Amor Clandestino

(40) Carta

Hola!

Es bueno verlos de nuevo.  Aprovecho esta oportunidad para agradecerles el haberme acompañado en mi viaje para encontrar la felicidad.  No fue uno fácil, pero lo logré y crecí en el proceso.

Ya han transcurrido cinco años desde el día de mi boda.  Hoy celebramos nuestro aniversario Ezequiel y yo.  Tengo que decirles que todo ha sido alegría y una unión enorme entre toda mi familia.

Les contaré que mi luna de miel fue hermosa; inolvidable.  Ezequiel me hizo sentir tan especial y estar en sus brazos, entregarnos completamente después de tanto tiempo, fue algo que jamás olvidaré. El crucero fue magnífico e incomparable.  Extrañé inmensamente a Diego, pero este era mi tiempo con mi esposo.

Celeste y Armando se comprometieron seis meses luego de mi boda.  Se casaron un año después de su compromiso y tienen una hermosa muñeca de dos años, Victoria, la cual amo igual que mis sobrinos.  Vivimos cerca, por lo que nuestra amistad cada vez es más grande y sólida.

La llegada de Estefanía, la hija de mi hermano Adrián, fue algo inolvidable.  Mi hermano se encontraba a fuera del país; Angélica y yo decidimos ir de compras con Diego y Kendra a un centro comercial un poco lejos de nuestra ciudad.  Fue interesante tener que llevar a Angélica al primer hospital que conseguimos, y que tuviera a su bebé allí.

Mis padres llegaron al hospital lo más pronto posible  y fui yo quien primero cargó a Estefanía en sus brazos.  Esto traumatizó más  a Adrián por que el lazo entre mi sobrina y yo fue creado en esos momentos.  Esa chiquita, como la llamamos también, es especial para mí.

Adrianna y Alejandro no tuvieron más hijos, por decisión de ambos.  Fabián estaba hecho un galán y ya era un adolescente.  Julissa, una niña encantadora, brillante.

Mis papás?  Enamorados cada vez más el uno del otro y de sus nietos.  Ellos son mi ejemplo a seguir, tanto en mi matrimonio como en mi rol de madre.  Aun mi papá me llama chiquita y disfruto sentarme a ver televisión los domingos por la tarde con él.

Viviana y Ricardo desaparecieron por completo de nuestras vidas.  Es como si la tierra se los hubiese tragado.  En realidad, no me interesa saber de ellos; mucho menos de Viviana luego de aquel encuentro.  A Ricardo, solo deseo que esté bien.

Mi Diego ya comenzó la escuela y se lleva muy bien con sus amigos.  Ezequiel continua trabajando para la misma empresa y ha llegado muy alto.  Por esta razón, aun cuando tengo mis estudios y diploma, no trabajo y le dedico todo mi tiempo a mi hijo, mi esposo y mi familia.  Me encanta!

Esta noche saldré a celebrar, como les dije al principio de esta carta, nuestro aniversario de bodas.  Diego se quedará con mis padres, pues según ellos, nos merecemos tiempo para nosotros solos.

Estoy emocionada porque le tengo una sorpresa a Ezequiel.  Prometen no decirlo?  Ayer me enteré que estoy embarazada nuevamente y se lo diré esta noche a él.  Sé que se emocionará mucho porque ese es uno de sus deseos y aun no se nos había dado.  Pero ya es oficial; un segundo fruto de nuestro amor ya crece dentro de mí y será igual de amado que Diego.

Estoy completamente feliz y deséenme suerte en esta nueva jornada.  Ser madre por segunda vez será una nueva experiencia, la cual recibo con los brazos abiertos.

Me despido de ustedes dándoles las gracias una vez más y deseándoles todo lo mejor que la vida puede dar.

                            Besos,

                            Isabella