55: Locos

4.5K 255 16
                                    

« diane »



Yo jamás lograría entender la lógica de mi madre y en especial como yo podía llegar a ser aún más exagerada que ella en ciertas ocasiones. Por encima de mi hombro le di una rápida y última mirada a Niall, quien solo vagaba por la superficie de mi sala de estar, buscando la manera de eliminar la sensación de incomodidad que con seguridad le embargaba. Solté un suspiro y miré a mamá, antes de que ella me diera una reprimenda por dejar de prestarle atención cuando estaba tratando de regañarme.

—Diane, ¿siquiera estás escuchándome? —y eso, era a lo que antes me refería. Me encogí de hombros. Una mala acción de mi parte, a decir verdad.

—Mamá, yo simplemente no pude detenerlo, fue un... impulso. —hablé, sintiéndome como una pequeña hormiga ante la imponente actitud de mi madre. Jamás la había visto tan... ¿enfadada? ¿Orgullosa? Quién sabe.

—Sabes que mi relación con ese... patán no acabó en los términos adecuados. Y él tiene sus puntos para venir contra nosotras... más ahora, que has deformado el rostro de su preciada hija. —mi madre hizo una mueca y yo apreté mis labios. —Yo sé que ella lo merecía, pero no era la manera. No voy a darte una larga charla al respecto, pero me gustaría que tuvieras más cuidado la próxima vez.

—Mamá, ella interpuso una orden de restricción de un kilómetro. ¿Cómo se supone que voy a ir siquiera a la escuela? —Debatí. —No era algo que me afectara mucho, de todas formas...

Diane... —mamá musitó con seriedad y una pequeña sonrisa se trazó en mis labios al notar que ella no podía contener más tiempo su estado de madre responsable. —Bien, trataré de ser una madre responsable por primera vez en mi vida... —sentenció. Y antes de que ella completara su oración, yo deduje que era lo que vendría. Y no era bueno para mí. —No verás a Niall dentro de las próximas treinta y seis horas.

¿Qué? —No puedes hablar en serio. —me quejé inmediatamente. — ¡Nos queda tiempo contado!

— ¡Ya lo sé! —respondió simulando mi tono. —Pero, no puedo simplemente dejarte hacer lo que te venga en gana sin preocuparte por las consecuencias. A demás, duermes la mitad de ese tiempo, ¿Qué más da?

Si, bueno. Eso no era lo que yo creía. Para mí cada minuto al lado del rubio era importante. Más preciado que cualquier cosa en el mundo.

—Está bien. —dejé escapar con pesar. Mis hombros se hundieron y le di esa mirada que podría derretir su corazón y eliminar mi condena.

—Niall. —mi madre habló, atrayendo la atención del rubio sentado en las escaleras. —Diane tendrá un pequeño castigo y no podrán contactarse en unas horas, así que te pido de la manera más amable que abandones mi casa. No es el fin del mundo si no se ven todo el día.

Por el rostro que Niall puso, supe que él pensaba lo mismo que yo.

Por supuesto que el mundo se acababa para nosotros... al menos, el pequeño mundo que estábamos forjando entre nosotros.

—Está bien, lo entiendo. —abrí mis ojos ante sus palabras y casi gemí en frustración. ¿Por qué Niall estaba dándose por vencido tan pronto?

Él se puso de pie y caminó hacia nosotras, luego me besó suavemente en los labios. — ¿Nos vemos pronto?

No, no quiero que te vayas. Quise decir, pero terminé asintiendo y sintiéndome frustrada por el contacto fugaz entre nuestros labios.

Pronto, Niall se fue. No sin antes despedirse de la manera en que yo esperaba y susurrando entre besos que las horas pasarían volando.

To Niall, with love || niall horanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora