To Niall, with love || niall horan

33: Notas pt. I

« diane »

Dos semanas transcurrieron. Las semanas más felices de mi vida entera hasta ese entonces. Me sentía como esas protagonistas de las películas de comedias románticas que adoraba ver durante mi adolescencia, antes de salir con Niall. Valerie no se había acercado a nosotros ni un instante, y a pesar de que no dejaba de querer matarme con la mirada, yo aprendí a no tomarle importancia. Confiaba en Niall lo suficiente y también confiaba en mí misma.

En esas semanas, reconocí que no había manera en que Valerie me hundiera. Ya tenía amigos, Harry se convirtió en mi mejor amigo y Emily discutía –bromeando– todo el tiempo conmigo, su argumento era que no había nada mejor que una chica como mejor amiga, por las "cosas de chicas" que debíamos hablar entre nosotras. Al final de cuentas, ella terminaba riéndose de sus argumentos y decía que en el fondo, yo la amaba tanto que no podía admitirlo. La verdad es que le había tomado mucho cariño.

Si alguien a principios de año me hubiera dicho cómo sería mi vida para entonces, yo me hubiera reído hasta perder el aliento. Y luego, cuando me hubiera recuperado y estuviera limpiando mis lágrimas por tanto reír, comenzaría a carcajearme. Porque eso para mí hubiera parecido lo más improbable. Sin embargo, allí estaba. Sintiendo confianza en mí misma y en los demás por primera vez en mucho tiempo.

Otra cosa que no pasó inadvertida para mí en ese tiempo, fueron las sonrisas y suspiros de amor que mamá soltaba cuando creía que no me daba cuenta de ello. Estaba más que feliz por ella, pero si creía que no era tiempo aún para explicarme las cosas, yo estaba bien con ello, también. Sin embargo, algunas noches la escuché discutir por teléfono y llorar al terminar la llamada. Así que yo, por la mañana, me encargaba de prepararle un desayuno antes de irme a la escuela.

En el fondo, pensé que todo era a causa de la demanda que su tercer esposo impuso contra ella por "abuso doméstico", lo que era la cosa más falsa en todo el mundo porque lo único que Jonathan Black quería era el dinero que le quedaba a mi madre. Yo estaba completamente segura de ello, y comprendía la preocupación de mamá al respecto. Ella temía porque nos dejara en la calle debido a sus mentiras.

Un papel de tamaño considerable golpeó mi nuca cuando trataba de resolver uno de los problemas de la clase de matemáticas. Elevé la cabeza frunciendo el ceño para buscar al responsable y tomé la bola de papel del cuello de mi blusa. Estuve a punto de tirarlo a la basura.

Ojalá lo hubiera hecho.

Desdoblé el papel, haciendo más ruido del necesario. O quizás no, tal vez era sólo yo y mi dramática mente que exageraba todas las cosas.

Una descuidada y rápida caligrafía marcaba las líneas de la hoja:

Esto apenas comienza, Diane x

Me estremecí al leer las cuatro palabras. Cerré los ojos tratando de recordar si alguien en la clase compartía nombre conmigo, pero no podía ser así. Estaba tomando una clase de matemáticas avanzadas para mejorar mis posibilidades de entrar en la universidad, y esa era una clase que solo unas cuantas chicas tomábamos.

De todas formas, hice una lista mental, frunciendo el ceño a la hoja mientras pensaba en ello. En la clase, estaba Edén, Marissa, Charlotte, Grace, Maddison y Valerie.

Girándome en mi asiento para encontrar a la última chica dentro de la pequeña clase, murmuré su nombre, como si se tratara de una maldición. De cierta manera, lo era para mí. Me tomó medio minuto encontrarla en el fondo. Me sonrió cínicamente, ella esperaba que yo hiciera lo que estaba haciendo. Una vez más, estaba cayendo en su trampa sin siquiera estar completamente consciente de ello.