47: Carpe Diem

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« diane »



Algunas nubes cubrían el cielo y corrientes de viento tibio nos rodeaban repentinamente. Cerré los ojos cuando una de las nubes encima de nosotros se desplazó y permitió el paso de los fuertes rayos solares que impactaron mi rostro.

Finalmente, había tomado la oportunidad para sacar a Niall del salón donde la fiesta estaba en su apogeo. Lo tomé de la mano y lo saqué al jardín central que supuse jamás antes supo de su existencia, hasta ese día.

En el centro del jardín había una pequeña fuente de mármol que en la cima tenía una pequeña escultura de una media luna que uno de los más talentosos de esa clase había hecho especialmente para decorarla. El agua corría lentamente, haciendo un sonido arrullador. Alrededor de la fuente había un círculo de pasto perfectamente cuidado con algunas jardineras con margaritas y rosales de todos colores. En el extremo, estaban colocadas pequeñas bancas de picnic que utilizábamos en las clases que tomábamos fuera o simplemente cuando teníamos ganas de tomarnos un respiro del estrés.

Niall y yo estábamos sentados en una de ellas, los dos en la misma banca, dándole la espalda a la mesa y el rubio utilizando el borde como respaldo. Él pasó su mano por su cabello, desordenándolo y provocándome unas intensas ganas de pasar mis dedos a través de él. Sin embargo, me contuve y mordí mi labio, jugando nerviosamente con mis dedos sin saber cómo empezar.

—Así que... ¿Nueva York? ¿Eh? —preguntó, rompiendo el silencio.

Asentí. —Tenía planeado decírtelo todo justo ahora, en la tarde... en nuestra cita. Yo no encontraba la manera de ponerlo todo sobre la mesa por miedo a tu reacción y yo- honestamente pensé que el tiempo me diría la manera correcta de hacerlo, pero-

Niall río suavemente. —Preciosa, tranquila, ¿sí? —me interrumpió amablemente, alcanzando mis manos para deshacer el nudo que mis dedos estaban formando. Apretó suavemente entre sus grandes manos mis pequeñas y blancas manos. —Está bien yo... bueno, no voy a mentir. Me encuentro sorprendido y molesto y feliz y ugh, simplemente, no puedo creerlo. Mi cabeza es un nudo ahora mismo. Estoy feliz por ti, porque esto es lo que mereces y es una gran oportunidad y todas esas cosas. Pero estoy al mismo tiempo sorprendido porque es como... no sé cómo describirlo, pero no puedo salir de mi estado de shock. Y luego estoy triste porque pensé que tendría muchísimo más tiempo contigo. Y, finalmente, estoy molesto. En el fondo, muy, muy molesto porque nunca me lo contaste antes.

Yo estaba temblando por completo con todas las emociones encontradas. Sacudí mi cabeza.

—Lo siento tanto, Niall. —murmuré y me permití colocar mi cabeza sobre su hombro. Inhalé profundamente el característico perfume de las flores que nos rodeaban y mordí el interior de mis mejillas.

—Bueno, no hay nada más que hacer, ¿cierto? —El chico a mi lado mencionó con amargura –que estaba segura no era su intención sonar así– y soltó una gran bocanada de aire. — ¿Cuándo?

No estaba segura de si su pregunta era en cuanto al tiempo en que me iría o el tiempo que yo tenía escondiendo la información.

—La noche que fui a tu casa, ¿la recuerdas? —esperé a que él asintiera para continuar. —Bueno, ese era mi propósito. Yo- hablé con Harry y me aconsejó que te lo dijera inmediatamente y-

—No lo hiciste. —negué y escuché su suspiro de rendición. — ¿Por qué no lo hiciste, Diane? Podrías haberme ahorrado todo esto.

Ya lo sé. —comencé, sintiéndome triste y culpable. —Estuve a punto de hacerlo muchas veces, lo tuve en la punta de la lengua y luego, ver tu sonrisa y tus ojos brillar tan especialmente al verme me hacían retractarme y esperar el momento adecuado.

To Niall, with love || niall horanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora