To Niall, with love || niall horan

29: Frágil

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No había que ser un genio para descubrir que Diane Fray era la chica más frágil con la que había tratado en mi vida. Pero ese hecho no me desanimó en lo absoluto. Jamás lograría desanimarme algo si se trataba de ella.

—Gracias por traerla, Niall. —Jess, la madre de Diane agradeció después de que me encargué de dejar a Diane en su habitación. Después de lo ocurrido con Valerie en la escuela, la castaña tuvo un colapso nervioso y la enfermera del instituto se encargó de ella. Habló de la acumulación de estrés como causa principal.

Me encogí de hombros y le di una pequeña sonrisa tranquilizadora. Yo estaba preocupado en el interior, Diane había parecido tan furiosa y a punto de arremeter en contra de Valerie. Yo mismo vi la furia en sus ojos pero de pronto, todo en ella se congeló, la vi congelarse y pensar bien las cosas para finalmente dejar ir a Valerie sin siquiera tocarla. Me hacía sentir aún peor el solo pensar de que era un poco mi culpa. Cuando accedí a hablar con Valerie no creí que eso sucedería, aunque no hay nada seguro que esperar con esa chica.

Verla derrumbarse en mis brazos me hizo sentir tan inútil por no poder hacer algo para ayudarla.

—No hay nada de qué preocuparse, Jess. ¿Podría llamarme cuando ella despierte? Me gustaría hablar con Diane después. —la mujer frente a mí asintió y luego presionó sus labios.

—Niall, en realidad, me gustaría hablar contigo. Yo sé que quieres a mi hija y bueno, ni hablar de cuánto te aprecia ella. Así que hay algunas cosas que me gustaría que supieras antes de que se adentren en una relación. —Jess caminó hasta la cocina y la seguí hasta allá porque creí que ella así lo quería.

No me atreví a contradecirla, todo lo que decía era cierto.

Vi a la madre de Diane buscar algo en el refrigerador, después vertió jugo de manzana en dos vasos y me entregó uno. Presté atención a sus facciones y me percaté de lo joven y cansada que lucía, ella era bastante parecida a Diane con la única diferencia en su cabello, que era rubio.

—Niall, Diane ha pasado mucho tiempo sola. —ella comenzó, entregándome uno de los vasos. Agradecí silenciosamente, esperando a que continuara. —Desgraciadamente a ella la vida no la ha tratado bien. Ha perdido demasiadas personas en su vida... no quiero decir que hayan muerto... simplemente, se fueron. Primero fue la pérdida de su padre biológico, ella tenía dos años, pero estoy segura de que puede recordarlo y sentir la ausencia, luego mi segundo esposo, sus amigas... entre ellas Valerie y todo mi proceso de divorcio con mi tercer marido que ha sido agotador. Ni hablar del hecho de que se encuentra preocupada por ello, a veces hasta más que yo. Estoy segura de que hay muchos factores que han influido en su manera de ser ahora. Y conozco a mi hija, ella trata de mantenerse fuerte por mí, ella nunca admitió su soledad pero yo me daba cuenta de ello. Diane hace un gran esfuerzo diariamente por mostrarse como la hija que me gustaría tener, siendo ya ella la hija que siempre quise. Niall, no pretendo que escuches y entiendas todas mis palabras, pero quiero que sepas algo: ella te quiere. Realmente lo hace y me siento como una soplona, pero ella te ha querido durante mucho tiempo. Eres quizás la única cosa que la mantiene en pie. Diane tiene muchísimo miedo de perderte, perderte al igual que perdió a sus figuras paternas y amistades. Tiene un gran caparazón y guarda todas sus emociones, probablemente ella tuvo ese colapso porque todo buscó una manera de salir y cuando ella retuvo su enojo contra Valerie, todo se derrumbó. —Jess me miró, buscando mi reacción. Sé que lo hizo, pero yo no hice otra cosa más que mirar al líquido ambarino en mi vaso. —Diane es muy frágil, Niall. Y me gustaría que lo comprendieras. Yo sé que en el amor no se puede evitar el dolor y todas esas cosas, pero sería grandioso que-