Capitulo veintitrés

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Así que comernos ese dulce en los condones no había sido tan fácil como habíamos predicho, habíamos quedado manchados de dulce y lo poco que nos pudimos comer sabia raro por el material del condón, aunque tengo que aceptar nos reímos demasiado, además de que había pasado la noche de mi vida. Era la mejor segunda-primera cita que hubiera tenido en toda mi vida, aunque lo mejor de la cita había sido recuperar el tiempo perdido con Harry, suspire mirando el techo. Eran las tres de la mañana y yo no podía dormir, no era el simple hecho de casi hacerlo con Harry ni el hecho de no poder dejar de pensar en él, era el hecho de que el miedo dominara mi cuerpo, estaba en constante miedo, siempre mirando sobre mi hombro, estaba volviéndome loca, sentía que en cualquier momento Sam o uno de sus hombres aparecería para matarme o torturarme. Bufe por quinta vez en la noche sin poder concentrarme en la letra de la canción, estaba boca arriba en mi cama, fuera de las cobijas con los brazos y piernas abiertas tratando de conseguir algo de frio, me sentía demasiado acalorada y no sabía porque.

Mire a Alexis dormir tranquilamente sin ninguna preocupación, suertuda, esperen ¿Qué fue eso? Un raro ruido me distrajo de mis celos hacia la chica, era como una especie de motor, me levante lentamente evitando hacer ruido, y mire por la ventana. Había un carro, se parecía al que había estado fuera del trabajo hace unas semanas, al frente de él estaba Ian con una campera roja y una chica, lo supe por su largo pelo pero por la oscuridad no alcanzaba a reconocer la cara, estaban hablando, eso era bueno. Oh no, vi con horror como él la tomaba de la cintura y se besaban duramente

-siempre supe que la que terminaría lastimada era yo- susurró una dulce y quebrada voz a mis espaldas, voltee para encontrarme a Alexis que miraba sin ninguna expresión a la ventana, no sabía decir cómo se sentía pero cuando vi la lagrima caer de su ojo por su mejilla izquierda supe lo rota que estaba

-es un bastardo- la anime acariciando su brazo, ella no despegaba su mirada de la ventana, mire, la chica estaba sentada en el capo con Ian parado a su lado riendo por algo, estaban demasiado cerca, él dejaba de vez en cuando besos en mi mejilla o boca

-así de fácil- murmuró la chica dejándose caer en el mueble de la ventana- ya me olvido

-Al- susurre mirándola, ahora sí que Ian me escucharía, iba romperle los huevos a ese idiota

Ambas miramos como él la llevaba de la mano al otro lado del carro para besarla una última vez y finalmente dejarla subir al asiento del conductor, Ian se quedó unos segundos con la mano en el marco de la ventana abierta hablando de algo con ella para luego finalmente alejarse del auto dejándola ir

-espérame aquí- le susurre a Alexis mientras me paraba para salir de la habitación, esto no se quedaría así

Baje corriendo las escaleras dispuesta a gritarle un montón de barbaridades a mi hermano, pero algo en su expresión me hizo detenerme, estaba recostado en la puerta con una sonrisa estúpida en su rostro

-hey idiota- lo llame haciéndolo mirarme, inmediatamente su sonrisa desapareció- ¿Quién es la afortunada?- pregunte con amargura ladeando la cabeza

-no te interesa ni necesitas saberlo- ¡Estaba cansada de esto! Él no era mi hermano, como que me odiaba

-¡Ian!- grite con todas mis fuerzas sobresaltándolo- ¡Eres un cabron de mierda, gilipollas hijo de puta!- grite con ira moviendo la cabeza frenética

-técnicamente somos hijos de la misma persona- susurró pero no le preste atención 

-¡Insensible cerebro de polla- estaba desesperándome, él parecía un poco divertido- no te rías maricon, le rompiste el corazón a mi mejor amiga!

Con eso dicho la diversión desapareció de su rostro, sus ojos mostrando clara preocupación, ¿Ya no es tan divertido, eh Bomer?

-¿Esta ella bien- preguntó mirando a las escaleras- nos…nos vio?

Dangerous Attraction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora