Capitulo trece

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6:45 pm

Las imágenes de Harry golpeando al hombre llegaron a mi mente como flashbacks mientras limpiaba una mesa de una pareja que acababa de salir, había llorado toda la noche y había gritado gran parte de la mañana lo mucho que odiaba a Harry, yo ya sabía que él no tenía sentimientos tan fuertes hacia mí como yo hacia él pero aun dolía el pensar en lo poco que le importaba y como pudo jugar con mis sentimientos. Guarde la propina en el bolsillo delantero del delantal y fui a la cocina para dejar los vasos sucios, así que no me habían dado el puesto en Denny's pero un restaurante cerca de la casa buscaba mesera así que me apunte, y ni siquiera me entrevistaron, era lindo y acogedor, en las noches lo hacían bar y a veces me tocaba trabajar a esas horas, lo cual era escalofriante, los hombres se volvían abusivos y el olor a cigarrillo me mataba, pero era lindo y me pagaban bien.

No había visto a Harry desde hace cinco días, cuando lo deje, no me llamo, no escribió ni me busco, no quería que lo hiciera y sabía que no lo haría pero me dolía el ya no estar con él y aun me dolía más como se burló en mi cara, imbécil.

Harry's Pov

7:01 pm

Deje el vaso sonoramente sobre la mesa furioso, Tom me miraba reprobatorio y Carter simplemente bebía de su cerveza mirándome sobre las pestañas, les acababa de contar lo que paso con Kaey ya que no había sido capaz de dar la cara antes y estaba muy ocupado encargándome de que Sam se alejara de Lauren. El pensar en Kaey me mando una holeada de dolor, el hueco en mi pecho haciéndose cada vez más grande, no podía sacar de mi cabeza la imagen de ella llorando y gritándome, le había hecho daño y me sentía basura por eso

-¿Cómo le pudiste hacer eso?- pregunto después de unos segundos Tom mirándome mientras negaba con la cabeza

-soy un imbécil- murmure encogiéndome de hombros, no podía decirles la verdad, ni a ella o los pondría en riesgo. Pero dios sí que era un imbécil

Observe el reloj sobre la barra, en veinte minutos Kaey saldría del trabajo, era martes por lo que tenía que trabajar hasta un poco tarde cubriendo a una compañera que tenía universidad, o algo así le había entendido a Poppy, mi espía privada. Tome las llaves del carro y mi chaqueta, y después de un simple “adiós” salí del bar, iba todas las tardes después de que saliera de trabajar y la seguía en mi carro entre las sombras para que no le pasara nada, debía ir lunes y jueves a las cinco, y los martes a las siete y media. Era rutina, la podía ver y asegurarme de que estaría bien, era todo lo que necesitaba para ser feliz

¿Dios a quien engañaba? La extrañaba, la extrañaba como el carajo, su risa, la forma en que me miraba, como movía el pelo hacia la cara cuando se sonrojaba, su inocente y pequeña figura, solo quería protegerla y ahora no la podría tener.

Me encogí en mi asiento mientras veía como la chica salía del local después de despedirse de Amanda, su jefa. Llevaba un jean azul, el pelo suelto volando contra el viento y una camisa de 5 Seconds Of Summer, era tan hermosa y perfecta. Arranque el coche y avance lentamente evitando ser visto pero justo Amanda corrió fuera del restaurante con algo en la mano y la persiguió hasta por fin alcanzarla y entregarle el objeto, justo cuando Kaey se volteo vio el auto e instintivamente frunció el ceño, mierda

No me había reconocido, no con mis gafas y la oscuridad de la noche, además de que siempre iba en el carro de Lauren, todo estaba bien y cuando por fin arranque para seguirla a una distancia prudente mi celular sonó, observe la pantalla y me quede helado, Sam

Kaey's POV

00:45 pm

Así que Alexis había decidido que estaba en depresión, pero no era cierto, no estaba en negación ni en depresión ni en nada, solo estaba tratando de encontrar mi ritmo sin Harry, claro está que no iba a dejar de comer ni dormir ¡Ni vivir! por un chico, pero dolía, no solo el no estar con él si no el saber que podría estar tirándose a Lauren en este preciso momento o a cualquier puta. Gruñí frustrada con el pensamiento, “Tranquilo viejo” le decía Drake Bell a Josh llamando la atención del director pero no me podía concentrar en las locuras de los dos hermanastros, no podía ver tranquilamente los viejos y clásicos capítulos de cuando Nick solía ser bueno en “Nick at nite” por estar pensando en el idiota de rulos, tampoco podía concentrarme en lo bien que sabe el pie de limón casero de Terry, solo quería hacerme un ovillo y llorar, llorar de rabia  por no poder sacarlo de mi cabeza, de dolor por lo que me hizo pero sobretodo de frustración por no poder dejar de pensar si estaría bien, si le habrán hecho daño en alguna pelea o si Sam, sea quien sea, lo habrá lastimado

Dangerous Attraction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora