Dangerous Attraction

Capitulo diecinueve

Limpie la barra con una mano mientras la otra me abanicaba con una revista, hacía un calor de los mil infiernos y ni con el aire acondicionado podía evitar sudar, ya estaba un poquito mojada la parte de arriba de mi musculosa negra, limpie una mancha de gaseosa para luego pasarme la muñeca por la frente limpiando el sudor, era un día hermoso pero demasiado caluroso para mi gusto, corrí con un movimiento de cabeza un mechón que se liberó de mi desarreglado moño y me recosté contra la barra al notar que la campana que anunciaba un cliente sonaba pero al ver quien era por instinto salte detrás del mostrador cayendo en cuatro, ni siquiera sabía porque había hecho eso ¿Miedo?

-¿Se te callo algo?- preguntó esa ronca voz con un toque de burla, levante la mirada para encontrarme con sus ojos verdes divertidos

-hola- susurre levantándome- no te había visto- me excuse levantándome, limpie mis jeans y después de jugar con mi delantal lo mire-¿Qué haces aquí?

-yo…emm- Harry me miro nervioso mientras se corría los rizos a un lado- Alexis me envió…esto…un mensaje diciendo que viniera por mi ropa

Lo mire confundida para luego recordar que esta mañana me había dicho que llevara la ropa de Harry aunque yo sabía que en su interior lo había hecho para que nos volviéramos a ver

-sí, claro- murmure para caminar a la cocina e ir a la bodega al fondo donde dejábamos nuestras cosas, tome la bolsa donde estaban sus cosas y volví al restaurante, él me esperaba meciéndose en sus pies con las manos en  los bolsillos y expresión temerosa- mira

Él recibió la bolsa con una sonrisa pero cuando creí se iría volvió a mirarme con el ceño fruncido

-también quería disculparme por lo de la otra noche- comento con voz no muy segura titubeando- estuve fuera de mi mismo y no hay excusa, lo siento, además te fuiste de la nada por lo que no me pude despedir

-oh- murmure sin saber que responder- lo puedes hacer ahora, adiós- moví mi mano en signo de despedida

-fue un gusto conocerte Kaey Bomer- me sonrió con tristeza para luego salir del local. Y esa había sido la despedida oficial, no más problemas, no más llantos, no más Harry

Me quede mirando la puerta por unos segundos hasta que una mujer me llamo desde la mesa

-¿Si?- pregunte educadamente, la mujer me sonrió con para luego sacar su billetera

-¿Cuánto seria?- saque la calculadora y mi libreta

-a ver, un especial, dos limonadas y una porción de tarta de naranja- dije mientras tecleaba los precios en el aparato- serian cuarenta y cinco dólares con cinco centavos

La mujer me dio un billete de cincuenta y salió del local después de decirme que me quedara con lo que sobraba, bueno pues gracias, deje la paga en la caja registradora y guarde las vueltas en mi bolsillo trasero, no había nadie en el restaurante y aún quedaba una hora en este infierno, era raro estar aquí después de lo que había pasado, me sentía incomoda y con un constante miedo pero tenía que dejar de llorar y seguir adelante

Harry's POV

*Dos horas antes*

Mire el mensaje del número desconocido donde al final aparecía “Al” con dos x y un guiño, fruncí en ceño ante el contexto, ella decía que Kaey quería que fuera al restaurante por mi ropa, fruncí el ceño confundido olvidándome por completo del juego

-¡Vamos Harry!- grito Lauren moviéndose de lado a lado con el control- al fin comprendo esta cosa y te estoy partiendo el culo

Muy pocas persona, en la faz de la tierra, habían visto a Lauren como yo la había visto, despeinada y con ropa más grande que ella, que olía a mierda. Siempre había tratado de ser esa princesa  rosada y pulcra, pero aunque es toda una dama te puede reventar los huevos y hacer tortilla si la molestas, ahora viéndola con la cola de caballo con pelos saliendo por todos los lados y mi sudadera gris que le queda enorme noto lo superficial que pueden ser las mujeres, y todo se les debe a… las mujeres, por su hipocresía y cotilleria, las mujeres se critican entre si acabando entre ellas, dicen que se arreglan para nosotros pero yo sé que se arreglan para mostrarle a las perras quienes son ellas… ridículo