16. ¿Dónde te metiste Olivia?

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Justin Bieber.

El viento golpeaba contra el plástico de mi casco dificultándome la visión, pero eso no me impidió rebosar a Jamie Lee, el chico siempre me ha tenido rencor sin razón aparente. De todos modos yo nunca le preste atención a sus bromas pesadas, tenía demasiados problemas en mi cabeza como para preocuparme por un chico con apellido demasiado caro para estar en esta sección. Si mal no recuerdo, Jaime —mejor dicho James— Lee era hijo de una dueño de una famosa concesionaria de autos, eso explica su caro e impecable Audi a3 o su ducatti, me pregunto qué dirá su padre al saber que su hijo usa sus preciados autos para correr en carreras ilegales, en especial, me pregunto qué dirá su madre, la jueza Montgomery, definitivamente se enteraran al terminar esta carrera, su moto está quedando decorada con abolladuras y lodo.

Conocía la pista como la palma de mi mano, había corrido tantas veces en ella que ya la recorría casi sin dificultad, eso no quitaba que tenga buenos oponentes, también estaban corriendo Daemon, Tobías y un tipo llamado Alex Deep —además de James—. Tener buenos oponentes solo hacia poner más de mi empeño en rebasarlos.

La última curva de hizo presente, y me debatí entre presionar aún más el acelerador —y probablemente volar por los aires— o dejarlo constante mientras hacia la curva, preferí mantenerme intacto por hoy.

Pude ver la línea blanca trazada en el pavimento para identificar donde terminaba el recorrido, puedo ver que no soy el único que la vio, ya que todos parecieron acelerar inconscientemente. Apreté el acelerador hasta el fondo, lo necesitaba, necesitaba esa energía corriendo por mis venas para poder olvidar todo. Finalmente la bandera de cuadros se agito frente mi cara, pero no pare el motor de la motocicleta, en cambio di unas vueltas sobre mí mismo eje antes de apagarla y bajarme.

Inmediatamente mi pie piso el lodo Tobias y Daemon estaban rodeándome, abrazándome.

Pude ver como en las gradas Stacy junto a Ethan, Tracy, Jhonny y Nicky me levantaban ambos pulgares.

Cuando Ethan llamo informándome de una posible nueva carrera en la que podía participar no lo dude ni un minuto, hacia demasiado tiempo que no corría en las carreras así que cuando acepte la oferta todos se conmocionaron, no solo mis amigos, sino gran parte de estas carrerillas.

Pero no me arrepentía.

La adrenalina corriendo por mis venas era una de las mejores sensaciones que podía sentir, especialmente que por un minuto me había hecho olvidar a Olivia y toda la seguidilla de problemas.

Por un momento.

James se bajó de su moto acercándose a mí, yo estire mi mano con una mueca superior en el rostro, lo que probablemente le molesto ya que vi su labio temblar restringiéndose de decir groserías. Me sorprendes James, eh.

—Buena  carrera. —Dice Lee tomando mi mano fuertemente, como si quisiera exprimirla.

—No podría decir lo mismo de ti —Dije encogiéndome de hombros. —Podrías haberlo hecho mejor. —Sonrió mientras la cara de James se deforma. Su mano en forma de puño se alza y va directo a mi nariz, pero yo ya lo tenía premeditado así que me corrí justo a tiempo, acto seguido eleve mi puño y lo lance para la mejilla de Lee. Uh, eso dejara un buen moretón. James no se quedó atrás y lanzo su puño a mi ojo, me tambalee hacia atrás pero casi de inmediato me incorpore y di otro golpe a James, esta vez en su estómago convirtiendo esta pequeña guerra en una sin fin.

Todos los borrachos del lugar se reunieron en una ronda alrededor de nosotros y nos alentaban a seguir peleando, por otro lado estaban los gritos de Ethan maldiciéndome, hacía semanas que no me metía en una pelea, ya era hora de volver a lo de antes.

Unos brazos me rodearon y me lanzaron hacia atrás, casi de inmediato reconocí los tatuajes de Ethan y Tobias.

Y una voz grito. —¡La policía!

Y todo se convirtió en un verdadero caos.

Todos gritaban, maldiciendo a las personas que no se corrían y trataban de esquivar a los borrachos que habían quedado en el suelo de lodo.

Ethan rápidamente me empujo hasta la furgoneta de Jonathan y nos subimos todos antes de que la policía inunde el lugar.

—Vamos a casa. —Dijo Jonathan en medio de un jadeo. Todos teníamos la respiración puramente superficial.

—No, vamos a Double door. —Dije. No quería ir a casa. Para nada.

—No, vamos a casa. —Dijo Ethan desde el asiento del conductor.

—Al double. —Dije cortante. Me negaba ir a casa.

—No puedes ir a la disco con esos golpes Justin. —Dijo Stacy desde el fondo de la furgo. Yo bufe, claro que podía.

—Si puedo. —Dije.

—Deja de comportarte como un niño. —Dijo Jonathan con una mirada fulminante que me quemaba hasta las tripas. Me calle, por ahora, siempre se podía huir de la casa para ir al Double.

Rodé los ojos en su dirección y me puse recto en mi asiento.

Cuando llegamos a la casa me baje de la furgoneta sin decir una palabra y abrí la puerta con sumo cuidado. Deberían de ser la una de la mañana, por lo menos y no quería que nadie se despertara por mi culpa y me regañara.

Subí a mi habitación quitándome la ropa por el camino, tentativamente pase por la puerta de la habitación de Olivia, pensando si debería comprobar si estaba bien y a salvo.

Abrí la puerta lentamente pensando que ella ya estaría dormida, pero en cambio de eso encontré unas sábanas desordenadas y una cama vacía.

¿Dónde carajo te metiste Olivia Jones?

Busque en el baño de su habitación, en el comedor, cocina y baño principal, hasta busque en mi habitación —que por obviedad no se encontraba allí— pero en ningún lado estaba.

Con urgencia busque mi celular entre los bolsillos de mi pantalón y marque en número de Olivia, quedándome más de lo necesario admirando la foto que aparece cada vez que me llama o lo hago yo, ella está sonriendo despreocupadamente con los ojos bien agrandados ya que la tome por sorpresa, pero aun así se veía hermosa.

Antes de que pueda poner el celular en mi oreja la llamada se cortó.

Y probé otra vez.

Y otra vez.

Y otra.

¿Dónde te metiste Olivia?

 

Prohibida » Justin BieberWhere stories live. Discover now