Epílogo.

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Epílogo.

*Irene

Escucho el sonido del despertador a mi lado, y abro los ojos lentamente. Notando un leve calor en el lado derecho de mi cuerpo. Abro los ojos, y me giro lo justo para poder apagar ese sonido tan molesto. Vuelvo a ponerme en la misma postura, abriendo los ojos y encontrándome con el torso desnudo de Brave delante de mí.

 Sonrío, acariciando lentamente la piel entre su pectoral derecho y izquierdo. Noto como su piel se pone de gallina, y paso los dedos por ésta.

 -Buenos días. –Susurro, y escucho un gruñido que hace que ría levemente-

 No sé por qué, pero hoy me había levantado más animada que de costumbre. Quizás por el hecho de que nos graduábamos e íbamos a salir de este internado. Quizás porque por fin podría disfrutar de salir al cine, al parque, a cenar…

 Y también estaba el hecho de que dentro de dos meses cumpliría los dieciocho años.

 Parecía que todo iba viento en popa. Estaba contenta, y emocionada. Era una sensación rara, pero se sentía bien.

 -¡Vamos, mueve el culo! –Grito de repente, moviéndome y colocándome encima de él

 -Oh vamos… -Murmura, pasándose la mano por la cara- Irene, nena. Bájate de ahí.  –Susurra, aún con los ojos cerrados-

 Le hago caso omiso, mientras empiezo a moverme y a hacerle cosquillas por sus costados. Río al ver que se va formando una sonrisa en sus labios, y grito de repente cuando noto como se levanta y me hace rodar por la cama. Colocándose encima de mí.

 -¿Ahora qué, eh? –Exclama, haciéndome cosquillas. Río más fuerte-

 -Para, para…no en serio…¡Brave! –Grito riendo, mientras me intento escabullir por un lado de la cama-

 -¡Ven aquí! –Exclama cuando consigo escapar, corriendo por la habitación-

 Suelto una carcajada más fuerte cuando comienzo a correr por la habitación y un pie se me engancha en una de las sábanas. Haciendo que caiga de bruces contra el suelo. Escucho a Brave reír detrás de mí, y me giro. Quedando boca arriba.

 Le veo acercarse y colocarse encima de mí. Le sonrío abiertamente mientras sigo respirando agitadamente. Él hace lo mismo.

 -¿Estás loca? ¿Ves normal despertarme así de buena mañana? –Pregunta aún con cara de dormido, sonriendo-

Sus ojos están algo achinados cuando sonríe, y me muero instantáneamente al verle. Es tan sumamente atrayente que es imposible no enamorarse de él.

-¿Sabes qué día es hoy? –Pregunto, sonriendo. Él asiente- ¡Te quiero! –Exclamo de nuevo, acercándolo a mí y besándolo-

 Le aparto de mí rápidamente cuando me separo de él, levantándome de un salto y entrando al lavabo. Escucho como suspira y se queja desde la habitación.

 -¡Oh vamos! ¿Dónde vas? Ven aquí… -Dice, y río- Me has hecho daño.

 -Podrás vivir con ello. –Digo, con sorna- Deberías levantarte. Tenemos que recoger, guardar lo que falta, comer, ir a por nuestros libros, ordenar todo… -Me interrumpe-

 -También podemos hacerle un  poquito de caso a Brave y dejar de hablar. Que estás tú hoy muy cotorra. –Dice, apareciendo por la puerta del lavabo-

 -Es que estoy nerviosa. –Admito, mordiéndome el labio inferior-

 Veo por el espejo como se acerca, colocándose detrás de mí y recostando su barbilla en mi hombro. Miro desde el espejo como él mira hacia abajo, pasando sus manos por mi cintura y entrelazando sus dedos con los míos.

Brave [1T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora