Brave [1T]

Capítulo 30.

Capítulo 30.

-Vamos, recoge tus cosas y date prisa. Mueve ese precioso culo, nena. –Escucho la voz de Brave desde la habitación-

Bufo, acabando de maquillarme y cepillándome rápidamente el pelo. Guardo el peine y el maquillaje en mi neceser y salgo del baño, metiendo las cosas en la maleta.

Me pongo mi chaqueta y mi bufanda granate y me miro por última vez al espejo. Sonriendo.

-¿Ya estás? –Veo como pregunta, acercándose a mí y cogiendo mi maleta. Robin le acompaña-

-Sí, ya está todo. –Asiento-

-Vamos, el coche nos está esperando. –Dice, para seguidamente dejar un beso en mi frente-

Le sonrío, aún nerviosa. Iba a conocer a sus padres.

¡A sus padres!

No debería estar tan nerviosa, porque simplemente era una presentación amistosa, ¿no? Bueno, o familiar o… ¡Yo que sé! ¡Estaba muy nerviosa!

Veo como entre los dos bajan las últimas maletas. La mía no era muy grande, de dimensiones pequeñas. La podía llevar yo perfectamente, pero Brave había insistido. Veo como Emily descansa al final de las escaleras, y me acerco a ella con una sonrisa. Va vestida con sus pitillos rotos, y su pelo negro está algo alborotado. Como cuando la vi por primera vez. Estaba muy guapa.

-¡Pero mírate! Te sienta bien cambiar de atuendo. –Me dice, sonriendo ampliamente. Me acerco a ella para abrazarla-

-¡Mira quién fue a hablar! Si no fuera tía, ya te habría metido en mi cama. –Digo, jocosa. Ella suelta una carcajada- -¿Nos llamamos, no? –Pregunto, a lo que ella asiente rápidamente con la cabeza-

-Obvio, ¿no pensarías que no íbamos a hacerlo, no? –Pregunta, elevando una de sus cejas- A demás, tienes que contarme como te va con Brave, ¡Me lo tienes que contar todo! –Recalca la última palabra, y suelto una carcajada-

-Lo haré, tranquila. –Le sonrío-

Veo a lo lejos como Brave charla con un hombre vestido de traje. Todos los alumnos están de arriba para abajo cogiendo maletas y despidiéndose de otros. Hay bastante ruido en el hall, así que nos acercamos más a ellos.

Brave me sonríe al darse cuenta de nuestra presencia.

-¿Estás lista? Phillip ha venido a buscarnos. –Dice, tendiéndome la mano. Se la cojo con gusto-

-¿Phillip? –Pregunto, frunciendo el ceño. Él señala al hombre detrás de él

-El conductor de la familia.

Elevo las cejas, pestañeando un par de veces.

¡¿El conductor de la familia?! Yo cuando vivía con la mía tenía que ganarme la vida caminando o yendo en bici. No con limusinas y coches caros de alta gama.