Capitulo 4.

90.3K 3.3K 177
                                    

Capítulo 4.

La voz de Víctor suena en mis oídos, y me giro rápidamente, al mismo momento que se sienta al lado mío sobre el banco. Le sonrío, y me sonríe de vuelta.

-No…ya he bailado un rato

-Ya te he visto…bailas realmente bien. -dice con cierto sarcasmo-

-No seas imbécil -río y le doy un leve empujón-

-¿Qué haces aquí? -me elevo de hombros-

-Estaba cansada de bailar…

-¿Quieres dar una vuelta?

Me vuelvo a elevar de hombros y le sonrío. Después se levanta, ofreciéndome una mano. La cojo con gusto y le sigo.

Brave;

Cojo unos pantalones negros del armario y una camiseta blanca básica. Después me pongo mis bambas y me miro al espejo un segundo, revolviéndome el pelo hacia atrás. Cojo mi mochila y abro la puerta de la habitación, salgo haciendo el mínimo ruido posible. Bajo por las escaleras, todo lo rápido que puedo hasta llegar a la puerta de emergencia y tiro de ella, saliendo fuera. El aire frío me da de pleno, y suspiro.

Llego junto donde están todos los chicos, y les saludo.

-¡Pensábamos que no vendrías! -dice Robin, dándome una palmada en la espalda. Frunzo el ceño-

-¿A caso no me conoces?

-Oh, esa profesora te tiene demasiado fichado…-niega con la cabeza-

-Está demasiado estresada, necesita un par de polvos.

Suelta una carcajada, se nota que va más bebido de la cuenta. Hubiera llegado pronto si la jodida profesora de matemáticas se hubiera preocupado en sus cosas y hubiera dejado de joderme la noche. Había tenido que salir a hurtadillas de mi propio cuarto para que esa vieja verde no me pillara. Increíble.

Agarro la botella de cerveza de su mano, y le doy un trago. Seguidamente, me junto con los demás, que están sentados sobre un banco. Doy un par de tragos más  la botella y se la paso a Carlos, mientras me ofrece un cigarro. Lo cojo con gusto, y lo meto en el bolsillo de mi cazadora.

Giro la vista hacia atrás, donde aparece Agatha con sus tres amigas. Madre mía. Me levanto, mientras ella viene hacia mí con una sonrisa. Le tiendo una mano, y le hago dar una vuelta. Suelta una carcajada estúpida, que ignoro, ya que si no joderé todo esta noche.

-Madre mía, como estás. -susurro más bien para mí. Ella sonríe-

-Hola

Sus manos suben hacia mi cuello, y seguidamente, las coloca en mi nuca. Aprovecho la situación, y coloco mi mano en la parte baja de su espalda. La verdad es que Agatha está tremenda. Tiene un cuerpazo de infarto; unas piernas kilométricas, unos pechos lo suficientemente grandes para mi, y un culo casi tan perfecto como el de Beyoncé. 

Brave [1T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora