Capítulo 29.

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—¿Y es tu pareja? —preguntó una mujer en el grupo donde se encontraban

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—¿Y es tu pareja? —preguntó una mujer en el grupo donde se encontraban. Sandy deseaba ir a un día de campo que la iglesia estaba realizando con todo su corazón. Le había expresado más de una vez sus deseos de ir a pasar tiempo con las amigas que hizo en el lugar, al final Braxton aceptó, porque se los debía a ambos niños por hacerlos pasar por el susto de no volver a ver a Samantha, quien volvió justo al día siguiente y fue recibida con gritos, lanzada al suelo para luego ser llevada hasta un partido de fútbol.

Había pasado una semana desde dichos sucesos, una semana bastante calmada en la que la chica decidió no salir con los chicos y pasar todo el tiempo en casa pintando, haciendo manualidades, leyendo o repitiendo películas hasta decir ya no más. Eso se debía a que no quería levantar sospechas a Renata que aunque llamaba todos los días para saber cómo se encontraban los chicos, sus nietos se estaban rehusando a hablar con ella. No era culpa de su padre o de nadie, estos no sabían realmente lo que pasaba, simplemente no quería hablar con ella porque decían que no querían ser más regañados por su abuela por cualquier cosa. Sin embargo esta llamaba a diario a saber cómo estos se encontraban, aun con todo lo que pasó, Braxton no deseaba que sus pequeños tuvieran una mala comunicación con su abuela, por lo que siempre les recordaba que sin importar qué, ella les amaba.

Ahora se encontraban cerca de la tarima donde un grupo cantaba música cristiana. Varias personas se encontraban brincando, así que Samantha y los niños estaban haciendo lo mismo, y no solo sus dos hijos, unos 5 más con ellos, quienes eran sus amigos. Increíblemente pudo llevársela bien con todos ellos y ahora se encontraban moviéndose al ritmo de la música. Bradley abrió los brazos para que la chica lo cargara, y ella lo hizo. Como llevaba uno de sus característicos sombreros gigantes, el pequeño se lo quitó para ponérselo él, haciéndola reír como nunca. Braxton los miraba.

—Creo que sí son pareja, la está mirando como un enamorado. —La voz le pertenecía a otra mujer al lado. El mayor volteó a mirar a las parejas junto a él, disculpándose con una sonrisa.

—Lo siento —respondió apenado—. Sam es una amiga muy especial.

—¿No han llegado a la parte de noviazgo? —preguntó el esposo de una de las mujeres que antes había hecho preguntas. Se encontraba reunido un grupo grande de padres de los niños que acompañaba ahora Sam frente a la tarima.

—No, ella no se apresura por eso así que yo no lo hago tampoco.

—Se la lleva bien con los niños, a veces es difícil eso. A veces las relaciones se tornan demasiado complicadas cuando hay niños de por medio. —Braxton rió por aquella aclaración.

—Pero fueron los niños quienes nos unieron —respondió. Aquello era totalmente cierto, las relaciones se tornaban difíciles cuando había niños de por medio pero ese no había sido su caso, pues fueron los niños quienes primeramente los llevaron a conocerse.

Él fue en búsqueda de una niñera para sus hijos y encontró detrás de eso una gentil, llena de mucho amor y virtuosa chica que le aceleraba el corazón demasiado en ocasiones. Estaba agradecido por ello, porque no lo estaba buscando, pero llegó en el momento más indicado.

UNA NIÑERA PARA MIS HIJOS |LIBRO #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora