Pesadilla (#69)

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Tanta burbujas en mi cuerpo masajeando mis lados débiles me producían sueño.

Mi cuerpo estaba quedándose dormido, mientras yo lo seguía.


-Tara no lo hagas, yo te amo - me decía Matthew que estaba en el suelo. De la nada estábamos en el pentágono

-¿Que hacemos aquí? - dije confundida

-No lo hagas - decia Matthew mientras me sostenía las piernas y se revolcaba en la arena

-¿De que hablas? - decía confundida 

-No mates a mi padre - dijo

-¿Que? - espete.

Me voltee y mi vi al padre de Matthew amarrado en una pared. En su frente tenia dibujado un punto rojo, y de la nada en mis mano estaba un arco y una flecha.

¿Seria bueno matarlo? él me hizo sentir mal y horrible, me arruino la vida en pocas palabras, pero si lo mataba, seria igual que él.

-No lo voy a matar - le dije a Matthew

-Hazlo Tara - dijo Ann, la cual me sorprendió - él me mato, no tú - unas lagrimas salieron de mis ojos al ver a Ann otra vez

-No puedo - dije 

-Si puedes - mi mamá salio de la nada, haciendo que me echara a llorar más fuerte - él nos separo más de lo que tu piensas

-Mamá - dije sin aliento - no puedo hacerlo 

-Hazlo, Hazlo, hazlo - repetía mi mamá, al igual que Ann.

Estaba haciendo un eco insoportable en mi cabeza en ese momento. Me estaba volviendo loca.

Déjenme por favor; pensé. Las voces seguían hay. Me tapes los oídos y vi al padre de Matthew.

-Hazlo Tara - me dijo Katty

-Hazlo Tara - dijo Amieél.

Me estaba desesperando, tanto que apunte a la cabeza y dispare.

Al momento que lo hice, sentí en mi pecho algo que me hizo quedarme fría. Matthew me había tirado una flecha a mi.

-¡Mataste a mi padre! - grito mientras caía a la arena.

Veía a todos irse y verme morir lentamente.

Sentía que mis pulmones no podían más, no podía respirar bien.

Ya era mi fin.     


Desperté alarmada saltando en la tina. Me estaba ahogando en ella. 

Sobe mi cara y respire profundo. 

Esa pesadilla que había tenido fue horrible, muchas cosas me estaban atormentando, me sentí tan débil.

Salí de la tina y tome una toalla que estaba en una bolsa transparente. Me seque y fui al cuarto.

Tome el traje de goma y me lo puse. Fue tan fácil. Aun puesto con esto me sentía desnuda, pero en realidad me sentía cómoda. 

Tome fuerzas para olvidar aquella pesadilla, y me acosté en una cama que encontré colgando en la pared.

-¿Porque mi mamá dijo que el fundador de catania nos separo más de lo que yo pensaba? - me dije.

Era algo raro, aun que solo fuese un sueño.

La ElegidaWhere stories live. Discover now