Tortura Deseada (#29)

1.2K 137 16
                                    



Después de haber escogido a mi esposo de la vida, sentía un arrepentimiento que me comía el alma. De mi garganta sentía que salía mi martirio, en mi pecho sentía un calor que me hacía sufrir; literal. Y sin razón alguna, unas ganas de gritar a los 4 vientos que no quiero esto. Mi asco a esta sociedad aumento desde que no he hablado con Amiéel, pero también se relajó porque la Katty me dio una gran, pero triste historia. También debo admitir que extraño decirle Sra. Gerson, pero, creo que para ella es mejor decirle Katty, yo haré lo mejor para que se sienta bien. La puerta retumbo mi pensamiento.

-¡Tara! – era Amiéel; vestido de azul, de los pies a la cabeza – Te he extrañado

-¡Amiéel! – Llego hacia mi cama y me abrazo - ¿Dónde has estado?

-Estuve en Armonía, me requerían – se quitó las gafas – jamás pensé extrañar tanto Catania – se echó a reír – y jamás pensé extrañar a una persona tanto como te extrañe a ti - Me soltó

-¿Por qué no me dijiste nada? Yo estaba sufriendo sin respuestas aquí sola.

Sentía que tenía la necesidad de contarle todo, salir de este fuego maldito.

-Amiéel, escogí a mi esposo

-¿Qué? – espeto

-Sí, hoy, hace unas horas Katty me llevo a ver a los hijos de los fundadores

-¿Quién es Katty?

-La Sra. Gerson – en su rostro se aproxima la pregunta sobre porque el cambio de nombre, solo lo detuve – Es una larga historia, que no quiero contar ahora. El hecho es que tuve que tomar esa decisión. Y ahora estoy arrepentida, siento que me muero y que mi cuerpo se está inundando

-Tara – se puso más a mi lado – en la vida, la persona tiene que hacer cosas que no quiere – esto me trajo recuerdos de la historia de Katty, hacer las cosas para que esas cosas no sean más duras de lo que son – y esas que no quieres, al final, se irán

-Espero que se vayan rápido – se paró de la cama y me miro emocionado

-¿Por qué me mieras así? – me extendió la mano

-Porque la fase rosa aún no ha terminado. Eso significa que habrá otra prueba de vestido.

Esto me emocionaba y me traía recuerdos; aquí fue donde vi las cosas mejor, y donde conocí a Amiéel más de cerca. Quitando de mi cabeza que era un depravado.

-Estoy emocionada por hacer esto – le tome la mano y me alzo.

Salimos de mi habitación y vi la puerta de Ann ¿Qué será de ella? ¿Cómo estará? Hace mucho que no se de ella, y eso me lastima cada vez que lo pienso. La extraño, ella era mi otra yo; la única que me entendía y me alegraba. Nunca he podido olvidar sus dos coletas saltarinas, ni su forma de ver el mundo. Nunca la he podido olvidar a ella.

Seguimos el pasillo hasta el fondo; entramos y vi el vestido en aquel lugar donde lo había visto la última vez; estaba más hermoso que aquel día. Estaba ahí listo para hacerme olvidar, listo para caer en mi piel y ser parte de mí.

-Es hora de que te lo pongas – llegue hasta él y lo sobe. Toque las nubes frías y los vientos hervidos – ves por la Skafal.

El Skafal, como olvidarme de aquello. Que era como mi persona en una. Aun me acuerdo cuando me daba pena ir por él. Ya no, ahora soy mas valiente.


La ElegidaWhere stories live. Discover now