Capítulo 19

36.6K 2K 831
                                    

Thomas 

—¡MA! ¡No encuentro la corbata! —grité mientras volvía a revisar por enésima vez los cajones de mi cómoda. 

—¡Está en el cuarto del medio, en una de las cajas! —me respondió desde la cocina. 

Mi madre llevaba un rato preparando las últimas cosas de la cena del día de acción de gracias. El pavo ya estaba fuera del horno, bañando toda la casa con su olor y el del delicioso relleno que mi madre preparaba todos los años. Yo me había encargado de la ensalada de papas y de coditos, que eran unos platos típicos puertorriqueños que nunca faltaban en ocasiones especiales, y mi madre había hecho el arroz con gandules, ya que, la última vez que yo lo había intentado hacer, me había quedado demasiado salado, al punto de ser casi incomible. Todavía lo recordaba y me daba vergüenza. 

—¡Thomas! ¡Creo que ya están aquí! —gritó. 

Me asomé por la ventana de mi cuarto, y se podía ver una camioneta negra bastante grande estacionándose frente a mi casa, y el auto de Dylan justo detrás. 

Usualmente pasábamos el día de acción de gracias solos, mi madre y yo, o con alguna de sus amistades del trabajo, hasta que se tuviera que ir para su turno de la noche, el que siempre le tocaba este día todos los años. Pero este año, por idea de mi madre, habíamos decidido invitar a Dylan y a su padre, ya que él me había dicho que no tenían planes para cenar ellos en su casa. Mi madre llevaba tiempo queriendo conocer a Dylan, y yo nunca había conocido a su papá, así que funcionaba como un verdadero encuentro para darnos a conocer y presentarnos, unir a ambas familias. Aún así, me sentía completamente nervioso. Tenerlos en nuestra casa, sabiendo la clase social de la que venía su padre, me llenaba de miedo por ser juzgado o hacerlos sentir incómodos. Me sentía más consciente de todos los errores de mi casa, de como algunas de las losetas del suelo tenían manchas por los años que no salían, o como algunos de los muebles tenían partes sin pintura, o como todo se veía de menor calidad a lo que probablemente estaban acostumbrados. 

Decidí no usar corbata, abrirme el último botón de la camisa, y correr hacia la puerta para recibirlos.

—No estamos tan tarde, ¿verdad? —preguntó Dylan cuando abrí. Estaba parado en mi puerta, bien vestido, con un pantalón oscuro, unos zapatos y correa marrones, y una camisa de botones azul clara, con las mangas dobladas y los botones del cuello y los primeros del pecho abiertos, donde podías ver brillando la cadena que nunca se quitaba. 

—Están justo a tiempo —respondí. Estaba un poco nervioso, y al parecer, por la manera en la que Dylan seguía moviendo su pie derecho, él también —Te recortaste —noté en voz alta. 

—Sí, quería verme presentable —últimamente el cabello de Dylan había estado más incontrolable, de un largo que casi le tapaba los ojos y que se paraba en los costados de su cabeza. Ahora tenía los lados bastante bajos, y aunque había dejado la parte de arriba larga, se veía mucho más controlada y acomodada. El sol brillaba sobre él, haciendo resaltar los tonos rubios de su cabello marrón claro. 

—Te queda bien —respondí. No era un cambio del cielo a la tierra, pero sí era algo notable, al menos para mí que lo veía todos los días. Dylan me regaló una sonrisa, como agradeciéndome por el cumplido. 

Su padre se bajó de su auto, despidiéndose de alguien con quien hablaba por teléfono. No lo había vuelto a ver desde aquella primera vez que conocí a Dylan frente a su casa, cuando se acababan de mudar. Aunque tenían cierto parecido, especialmente en la manera en la que caminaban y se enderezaban al hablar, por lo que había visto en fotos, Dylan se parecía más a su mamá. El cabello de su padre era de un marrón mucho más oscuro, casi negro, con algunas canas ya en los lados posteriores de su cabeza. Era un poco más alto que Dylan, y, aunque no era robusto, sí tenía un poco de barriga, que sobresalía contra su camisa de botones. Llevaba puesto un traje color crema, que contrarrestaba con su camisa naranja. 

Te amo, y por eso te odio. [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora