Capítulo 12

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Thomas

- ¿Por qué me estás ignorando? - murmuré, intentando que el profesor no notara que estaba hablando en medio de la clase. Cassandra seguía escribiendo en su libreta, haciendo como que no me escuchaba - Cassandra, no me ignores - volví a decir, pero de igual manera, ni siquiera lanzó una mirada hacia mí. 

Después de la noche de la bolera, Cassandra había detenido contacto completo conmigo y con Ali. Le escribí esa noche, preguntándole si había llegado bien a su casa, pero se había limitado a dejar el mensaje en leído y no responder. Al otro día, domingo, le había enviado unos enlaces sobre una apertura que estaban haciendo de una nueva tienda en el centro, que deberíamos ir juntos, pero igual, los vio y no respondió. Ali me escribió, preguntándome si Cassandra me había escrito en todo el día. Ahí concluímos que ambos estábamos siendo sujetos del lado frío de Cassandra, y que, claramente, no quería hablar con ninguno de los dos. 

- ¿Se abrá molestado por lo de anoche? - me preguntó Ali por mensaje. 

- ¿Tú que crees? - respondí. 

- En parte me siento mal, tal vez debimos habernos ido con ella, aunque nos tuviera todo el camino cansados con sus quejas. 

- En parte sí, también me siento mal. Pero por otro lado siento también que está siendo inmadura. No sé, últimamente me está molestando un poco su actitud - contesté. 

Me sentía en una encrucijada. Por una parte, todavía consideraba a Cassandra mi mejor amiga. Y, normal, los mejores amigos no siempre están de bien y a veces pelean, con mis amistades de antes también peleaba de vez en cuando. Pero sentía que ya éramos casi adultos, ya debíamos tener la madurez para hablar las cosas directamente. Si ella estaba molesta por algo, debía comunicarlo como una persona madura. 

Por otra parte, una voz en mi cabeza me hacía dudar. ¿Y si Cassandra y yo éramos solo amigos por las circunstancias? ¿Y si, realmente, ella no era tan buena influencia en mi vida? ¿O yo en la de ella? Tal vez no éramos tan compatibles, o tal vez ya el rol que íbamos a tener en la vida de ambos se había acabado, y ahora teníamos que seguir nuestros caminos, conocer nuevas personas y continuar creciendo y aprendiendo. 

Sabía que ella todavía significaba mucho para mí, y me dolía el estar pasando por este proceso con ella. Pero tampoco podía seguir molestándola, y era obvio que no quería, en este momento, mi presencia en su vida. 

- Cuando quieras hablar estoy aquí - le envié por mensaje de texto. Ella miró su pantalla al sentirla vibrar, la vi leyendo el mensaje, y siguió escribiendo en su libreta como si nada. 

Que tus amigos estén molestos contigo, o, en este caso, tu mejor amiga, se sentía horrible. 

- Pero es más que existencialismo - respondió Hillary de la nada, cuando el profesor hizo una pausa en su argumento. Alcé la cabeza, introduciéndome mentalmente en la conversación de la clase, escapando de mis pensamientos.

- ¿A qué te refieres? - preguntó el profesor, sentándose en la esquina del escritorio. 

- Siento que, sí, es fácil encasillar los pensamientos del autor diciendo que es simplemente una representación de alguien que se dejó llevar por la corriente existencialista - a veces, cuando Hillary hablaba de esta manera, daba un poco de miedo. Era como si estuviera a un nivel mucho más avanzado que todos los demás, y los otros no nos dábamos cuenta que estábamos atrás - Pero también sus postulados tienen base en su sufrimiento, hay una verdadera queja en lo que dice - terminó de decir, su cabello caía, como siempre, de la manera más perfecta posible sobre su hombro derecho. Hablaba para el profesor, pero también para el grupo entero.

Te amo, y por eso te odio. [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora