Capitulo II

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Ese día Francesca se había despertado temprano, ni siquiera había amanecido, pero hay que tener en cuenta que en el hermoso país de Rusia amanece a las 10 de la mañana. Se fue al baño y luego de hacer sus necesidades se sentó en la cama y buscó su teléfono para mandarle un corto mensaje a su nonna y a su querida amiga. Luego fue a la peinadora y se hizo un moño y bajó a la cocina a desayunar

Al pasar por la escalera vio como las puertas de los otros dormitorios estaban abiertas y pudo ver a sus tíos durmiendo y a su prima Nastia descansando en esa gran cama de dosel de princesa. Bajó con sumo cuidado y al llegar a la cocina: buscó un bol, el cartón de leche, el cereal y una cuchara. Se terminó el desayuno en el silencio sepulcral de la madrugada. Al terminar de comer fregó los platos y se volvió a su cuarto.

Ya en su cuarto se puso a leer un libro de C.S.Lewis* y pasó las siguientes tres horas leyendo el sexto libro de la saga de Narnia. De repente, oyó que alguien tocaba la puerta y tuvo que dejar de leer el maravilloso libro para atender a la persona quien tocaba su puerta. Al abrirla vio a su tía con su bata rosada salmón con un moño bien desordenado

-Buon giorno, mía cara-le saludó su tía en un perfecto italiano

-Buon giorno, zia*

-En unos minutos el desayuno estará listo

-Vale-le dijo ella antes de volverse a sumergir en su lectura

Al pasar tan solo unos minutos olió el rico olor de unos gofres y salió disparada hacia abajo. Al llegar vio a su "familia" en la mesa del comedor esperándola. Habían tostadas, tocineta, huevo frito, gofres y jugo de naranja para cada uno. Comió esa delicia como si hubieran pasado años antes de que hubiese vuelto a probar bocado. Cuando hubo terminado ayudó a su tía con los platos, lo cual hizo que ella se sintiese feliz por el comportamiento de su sobrina.

Estaban en la cocina terminando de lavar los platos mientras que Nastia los secaba con mala gana. De verdad, que algo serio pasaba con esa chica, siempre tenía esa actitud de tedio ante todo

-Si quieres hoy puedes salir

-Ah-Francesca no supo que responder por lo cual salió un escueto "ah"

-Solo hay una condición

- ¿Cuál es, tía?

-Regresa antes de las seis de la tarde

- ¿Tan temprano? -le preguntó con ojos suplicantes

Francesca iba caminando por la calle admirando el paisaje que ofrecía la ciudad y pensaba en sus padres, los extrañaba tanto y los necesitaba. Lo que más le dolía era no haber estado cuando ellos habían sufrido la tragedia y luego no haber podido evitar su muerte

Flashback

Ese día sus padres le habían dicho que saldrían a ver una película y que regresarían tarde. Entonces Francesca había decidido leer un poco de C.S.Lewis. Se había pasado como toda la noche en su cuarto de paredes verdes malva cuando había escuchado un fuerte golpe en la puerta y no pudo negarse a ver quién era ya que lo secundó otro golpe.

Bajó corriendo y cuando abrió vio a un oficial de la policía parada frente a la puerta. El policía la miró sin compasión y le preguntó si era la hija de los señores Biaggini; ella respondió nerviosa que sí. En eso entra otro oficial. Este era de baja estatura, tez clara, cabello cansino y unos ojos que tranquilizaban a cualquiera.

-Jovencita...

-Llámeme, Francesca, por favor

-Sus padres acaban de sufrir un accidente automovilístico mientras se dirigían al cine

WIND OF CHANGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora