21 Noches a tu lado [EDITANDO]

9: Trevor y Stephane

Max y yo tenemos una cita el día de hoy, no puedo negar que estoy muy emocionado por salir de nuevo con él, después de la noche anterior donde me di cuenta que en poco tiempo este chico el cual me parecía interesante se había convertido en algo más, me preocupaba por él, cuando estaba encerrado en mi cuarto por el trabajo no añoraba más que ver a Max: Su sonrisa y ese sonrojo que me encanta ver en sus mejillas son lo único en lo que pensaba, claro, también en besarlo era una de las cosas que deseaba durante esos 3 días de encierro, eso sumando a lo de ayer y el efecto que causo en mí días atrás, para mi fueron suficientes para llegar a la conclusión que este chico me atrae de forma seria, me estoy enamorando y eso es lo malo. Día y noche número 8, me quedan escasos 13 días en los cuales puedo estar junto a Max.

En esta situación hay 2 opciones, si al final de estas vacaciones caigo rendido por el chico, tendré que ingeniármelas para que podamos seguir juntos. Llevármelo sería una buena opción. Pero en el caso de que por alguna razón no esté seguro de lo que siento. A pesar de que es ya bastante claro lo que siento.

— Tal vez lo mejor será ser amigos y nada más o ni siquiera podríamos ser amigos. Esto es complicado. — Digo para después dejarme caer en la cama de mi habitación. — Soy un gran empresario exitoso que siempre ha tenido todo planeado y gracias a eso me he convertido en lo que soy, pero... ¡Mírenme ahora! Ni siquiera puedo planear una simple cita. — Frunzo el ceño en señal de molestia, recargo mi muñeca derecha en mi rostro tratando de cubrir mis ojos de la luz de sol, mi mandíbula se tensa al seguir pensando en muchos lugares, en Max y en cuan cerca estuvimos ayer de por fin pasar la noche juntos como se debe. — Me quiero morir, si no fuera por el viejo de Martin hoy podría haberme despertado con una sonrisa de oreja a oreja. — Molesto como digo la anterior frase; me levanto y me dirijo al escritorio que tengo, abro mi portátil y empiezo a googlear a ver si algo se me ocurre. — Veamos que tiene esta ciudad para ir a una cita. —

Había muchos museos, muchos parques, unas cuevas y la costa que ya había conocido. Pero al final un parque público llamo mi atención. — ¿Douglas Family Preserve? Qué raro nombre, pero me gusta el lugar. —

Y como no gustarme si es un parque a la orilla del mar, con una gran acera que recorre todo el lugar donde se puede caminar tranquilamente, con muchos árboles y plantas. Algo tranquilo pero que de seguro es del estilo de Max. Caminar y hablar será la mejor forma de conocernos más y contarnos cosas y así, después lo llevaré a cenar y así tendré mi cita ideal.

— Y aquí estamos, así como si nada el gran minucioso planeador y exigente empresario Connor Stone tiene una cita de 3 pasos jaja, que ironía ¿Qué estará haciendo Max ahorita? — Dije al ver el reloj de la computadora, son apenas las 2pm y dije que pasaría por él a las 4pm, sin embargo, al final la espera me está carcomiendo el alma ya que quiero ver de nuevo su rostro. — De seguro está a toda prisa ayudando por ahí, después de todo él es del tipo que no le gusta estar tranquilo y sin hacer nada. —

Me siento de nuevo en la silla de escritorio, reviso los correos que me han llegado a mi e-mail, muchos son propuestas de trabajo y empresas que quieren que inviertan con ellos, aunque son buenas ofertas muchas veces declino debido a que son inestables a largo plazo, esos negocios no me convienen, solo ha habido un contrato que al principio me trajo perdido, pero a la larga resulto darme el 150% de lo invertido, ese chico en verdad resulto ser un genio detrás de cámara.

Mi celular empieza a vibrar de lado de mi computadora, el nombre de Trevor se ve en la pantalla lo cual me saca una sonrisa algo nerviosa.

— Hablando del rey de Roma... ¿Cómo has estado pequeño Trevor? — Contesto con esa pregunta mientras una risa burlona sale de mi boca.