Brave [1T]

Capítulo 33.

Capítulo 33.

*Brave

Los días habían pasado volando. Primero estábamos de camino a Francia en un avión y nada más pestañear ya nos encontrábamos en el aeropuerto de vuelta al internado. Esas vacaciones se habían pasado jodidamente rápidas con Irene a mi lado.

Habían sido divertidas.

Pero ahora teníamos que volver a la rutina. Y no me hacía ni puta gracia.

Nada más pisar el recinto del internado de nuevo se me revolvieron las tripas. Tenía miedo a que todo lo que habíamos pasado estos meses se viniera abajo.

Y joder, había sido intenso todo lo que habíamos pasado.

Me aburría la monotonía, y con Irene nunca la tenía. Un día estábamos acaramelados y al otro discutiendo por temas varios que al final se solucionaban rápido. Al siguiente estábamos follando como conejos y al otro de lo único que tenía ganas era de hacerle el amor y dormir junto a ella todo el día.

Creo que nunca había tenido una relación así porque simplemente en todas las que había tenido las tías eran iguales.

Se enfadaban por todo. Y tenía que estar todo el puñetero día pendiente de ellas.

En cambio con Irene los dos íbamos  a  nuestra bola, pero siempre juntos. Es decir, ni habían celos de por medio ni habían malos rollos.

Simplemente confiábamos el uno en el otro. Y eso es la base en cualquier relación.

¿Si no confías en tu pareja, como piensas seguir con esa relación? Y yo confiaba en ella. Mucho. Después de lo de Víctor y de arreglar todo, confiaba más que nunca en ella.

Le dejo un beso cuando se despide de mí para dejar sus maletas en su habitación, y subo a la mía también para dejarlas. Al abrir la puerta me encuentro a Robin colocando sus cosas.

-¡Joder, tío! –Exclama, acercándose a mí- Parece que no te haya visto en meses. ¿Qué te has hecho en el pelo? Te queda de puta madre. –Dice, pasando una de sus manos por mi revuelto pelo- ¿Te lo has puesto más rubio, verdad?

-Yo también te he echado de menos –Digo divertido, correspondiéndole al abrazo- Sólo me he hecho un par de mechas, según Irene estoy mucho más sexy. –Digo, pasando una mano por mi pelo- Y me ha obligado a depilarme las cejas, ¿eso es algo serio en una relación, no? –Pregunto, frunciendo el ceño-

-Joder tío, te me estás volviendo muy metrosexual. –Dice jocosamente- Quién me diría a mí que dos tías conseguirían controlarnos. Las tías son muy malas, lo que pueden llegar a hacer con nosotros… -Dice, negando con la cabeza-