26

5.2K 305 33
                                    

Me dejé caer sobre la cama y me quedé mirando al techo, tratando de no pensar en Megan o en mis piernas o en lo que sea. Una gotita cálida recorrió mi cara hasta caer encima del cubrecamas. 

No quiero llorar.

— ¿Keyra? — La puerta se abrió de golpe. 

— Niall. — me incorporé sobre mi cama y me pasé la mano por la cara rápidamente. 

— ¿Qué sucede? — Entró y se sentó a mi lado. — ¿Qué te hizo Megan? — Seguro Toffee le dijo algo. No iba a mentir y decir 'nada', siempre he pensado que las chicas que hacen eso se ven tontas, ¿por qué decir que no tienes nada cuando es evidente que pasa algo? 

Pero tampoco quería llorar frente a él, no se vería bien. — Keyra, puedes confiar en mí. —  Pasó su mano cariñosa por mi nuca.

— Es que — Genial, ni siquiera había comenzado a hablar y mis ojos se humedecieron por completo. Miré hacia arriba para evitar llorar y carraspeé con la garganta para oírme bien. — Tengo estas cosas tontas en mis piernas — Mi voz se quebró al instante. — Y se ve mal, ¿sabes? 

Niall miró mis piernas y pasó una de sus manos por mi rodilla. — Son simples moretones. — Entrecerró sus ojos, dispuesto a escuchar más.

— Sí, lo sé. — Sollocé. — Pero es feo. Y las chicas me habían convencido de usar shorts de todas maneras, tu sabes — un hipo extraño salió de mi garganta, — porque hace mucho calor ahí afuera. Pero nos encontramos a Megan y comenzó a decir cosas.. — Vamos, deja de sollozar ya. — Y es cierto, Niall. Se ve mal y yo ya lo sabía, pero pensé que podría hacer que pasara desapercibido, creo que no lo logré. 

Ya no pude seguir hablando, los sollozos no me dejaban en paz y no podía ver ni respirar bien. Niall pasaba sus manos por mi cara constantemente para secar las lágrimas y se inclinó, de manera que pudiera apoyarme en el hueco entre su cuello y hombros. Así lloré unos minutos y él sólo se dedicó a acariciar mi pelo. Al final me alejó de él y me miró. Iba a pasar mis manos por mi cara, para limpiarme, pero las alejó para hacerlo él mismo. 

— Escuchame. — Asentí con la cabeza, dispuesta a escuchar. — Keyra, eres hermosa. — rió, como si estuviese diciendo algo innecesario. — No sé ni siquiera por qué te lo estoy diciendo, deberías saberlo. — bajé la mirada hasta mis manos inquietas, pero el me tomó del mentón para que lo mirase de nuevo. — No, mírame. Ya basta de avergonzarte cada vez que te dicen la verdad. — Moví mi cabeza de nuevo, obedeciendo. — Tus piernas no tienen nada de malo. Ya, sí... Tienen moretones. Y qué, seguro Megan o yo o cualquier otra persona en el mundo jamás ha tenido uno... ¡o miles! ¡Qué importa lo que diga Megan! — Se reía, pero su entrecejo estaba arrugado y parecía hablar con un dejo de rabia. — A mí no me importa, a Toffee tampoco, ni a Brandy, ni a Harry ni a ninguno de nosotros. ¿Por qué a ti si? 

Una lágrima rebelde volvió a caer de mi ojo derecho. — No lo sé. 

— ¿Lo ves? Ni siquiera sabes por qué te importa. ¿Acaso ella es mejor que tú? ¿Es eso? — Moví mi cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda y sorbeteé con la nariz. — Claro que no. Deja de permitir que te pase a llevar. Si te molesta, haz algo al respecto y todos nosotros estaremos detrás de ti, apoyándote. Pero si haces como si no te importara y te guardas toda la mierda que ella te está dando cada día, vas a explotar y nadie se va a dar cuenta, porque todos nosotros pensaremos que a ti no te importa, ¿Entiendes lo que digo?

— Sí. Pero... — Me encogí de hombros, sin saber cómo explicarme.

— Pero nada. — sonrió, de tal manera que hasta sus ojos de achinaron un poco. Tomó mis manos y volvió a hablar: — Desde hoy no vas a dejar que nadie pase por encima tuyo. ¿ok? 

— Sí. — obedecí.

— Y no te preocupes por tus piernas. Son lindas. — Ésta vez él se avergonzó un poco y sus mejillas se sonrojaron. 

— Gracias. — Reí, bajando la mirada de nuevo. 

— Oye. — Volví a mirarlo, él tomó mi cara entre sus manos y me besó. Sí, me besó. Pero no fue un beso cualquiera, fue uno lento, tierno y un poco nervioso. Desde ese momento no quise separarme de sus labios jamás. Fue un beso perfecto, un poco salado, claro, por la sal que dejaron mis lágrimas en toda mi cara. Pero con eso bastó para hacerme sentir bien, bonita, querida y todas esas cosas que él había dicho antes. Una pequeña yo gritaba como una loca dentro de mí, el corazón me bombeaba a mil por hora y temía hacer algo torpe mientras él me besaba. 

Una vez que se separó de mí se quedó mirándome, sonriendo tímido. Yo no podía decir nada, estaba en blanco, pero sonreí también.

— Quería hacer eso hace mucho tiempo. — admitió riéndose. Yo también reí y lo besé de nuevo. 

— Quería que lo hicieras. — Los dos nos reímos, ruborizados, tensos, nerviosos... Pero nada de eso importaba. ¡Niall Horan me besó, joder!

— ¿Puedo hacerlo de nuevo? — solté una carcajada y asentí, entonces volvió a juntar sus labios con los míos y luego me soltó. — Deberíamos volver a la playa. 

— Claro. — Para ser honesta, me hubiese quedado ahí todo el día sólo para besarlo, pero nuestros amigos esperaban por nosotros y tenía una boca que cerrar, volviendo como si nada hubiese pasado; porque Megan no se saldría con la suya. Desde ahora no permitiré que vuelva a decirme algo. Niall tiene razón. 

Entré al baño y me lavé la cara repetidas veces, hasa que ya no tenía ojos ni mejillas rojas, me puse un poco de polvos, para que no se notara ni en lo más mínimo y luego salí. Niall se acercó y volvió a besarme. Dios, me voy a volver adicta a esto de los besos. 

— Me gustas — Susurró y me guiñó un ojo. 

Me acerqué a su oído y me puse de puntitas. — Tu también — le seguí el juego. Le dí un beso pequeñito y salimos de la cabaña...

Sí, de las manos. 

__________________________________________________________

Hola nenas! <3 Espero les haya gustado este capítulo, aunque quedó un poco cortito, pero el próximo estará mejor. Moría por subir este y que lo leyeraaaan! Por favor diganme que piensan :D:D 

Estoy algo apurada porque ya me tengo que ir a clases y sigo en pijama jeje. Nos vemos por ahí, besoooosssss<3

-Eff.


Eternidad (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora