capitulo 46.- la vida no es fácil.

10.9K 506 8
                                    

Narra fer*

-¡tú!, me debes un chisme, anda cuéntame, ¿Cómo te fue con el chico de la cárcel?- uff, de solo recordarlo me dan ganas de llorar de la emoción, jeannine estaba sentada frente a mí revolviéndose un mechón de cabello rizado, mientras yo miraba mi yogurt

-se llama josh, no chico de la cárcel, y es un amor, jeannine, sé que esta vez encontré al indicado, si todo sale bien en poco tiempo me casaré y tendré muchos hijos y…- jeannine puso una mano en mi boca impidiéndome seguir con mi plan de vida.

-¿no crees que vas muy rápido?, apenas y saliste con él el sábado- si, con un día, pude darme cuenta de lo perfecto que es para mí no me imagino conociéndolo de varios días.

-no me importa, estoy enamorada de él y sé que él de mí, ¿no es lo mejor?- jeannine rodó sus ojos color café, que amargada, ni si quiera estar enamorada de Devine se lo quita, ya llevan casi un mes, si no es que ya lo cumplieron y para nada la veo feliz o suspirando de amor, ¿Qué no se supone que así debe estar la gente enamorada?, justo como yo me siento ahora.

-¿acaso el te dijo que está enamorado de ti?- rebusqué en mi mente pero no, el no me había confesado nada, pero sus gestos me lo dijeron todo, nadie se comporta así si no es que está interesado.

-pues… no exacta…-

-te sugiero entonces que vayas despacio, fer, siempre te ilusionas demasiado y al final…-

-esta vez es diferente… él me quiere, lo sé- claro que lo sé, sé que josh es el indicado.

-sí tu lo dices… por cierto, ¿no has visto a ________?- pase mi mirada por toda la cafetería, ni rastros de __________, hacía días ya que no comía con nosotras, la semana pasada nos dijo que comenzaba a desayunar antes de venir al hospital y hoy lunes supongo que no va a ser la excepción, jeannine y yo la extrañábamos durante esta hora, puesto que es la única que tenemos para conversar amenamente.

-tal vez desayunó en su departamento- jeannine asintió pensando en algo.

-¿no la notas extraña?, así como más delgada-

-ahora que lo dices, sí, se ve algo triste, tal vez esté así por lo de su madrastra-

-sí, puede que tengas razón- como amigas a lo mejor jeannine y yo podamos animarla, cuando tenga algún tiempo iré a verla a su departamento.

Fin de la narración*

 Narra harry*

-Harold despierta… harry ¡despierta!- iryan se mantenía sacudiéndome, hasta que por fin logré salir de mi profundo sueño y me senté en la cama, alarmado de que ella se sintiera mal por el bebé, pero cuando le miré no tenía cara de dolor.

-¿pasa algo?- ella asintió sobándose el abdomen un poco abultado.

-tengo un antojo terrible de unas fresas con chocolate- ¿esto era de verdad?, miré mi reloj de mesa, ¡son las tres de la mañana!

-¿ya viste la hora?, iryan mañana tengo que trabajar- volví a colocar mi cabeza en la almohada pero de nuevo sus manos me sacudían.

-¿acaso quieres que tu hijo nazca con cara de fresa?- me froté la cara, no sabía si para despabilarme o porque estoy irritado.

-solo dime una cosa, iryan, ¿Dónde voy a conseguir fresas con chocolate a las tres de la mañana?- ella se encogió de hombros restándole importancia a mi tono enojado de voz.

-no lo sé, solo encuéntralas, tu hijo tiene hambre- no puede ser, si la mujer ya era una terca ahora es el doble, me levanté de la cama y cogí unos pantalones y una camiseta, me puse todo y mis tenis, seguramente tardaría bastante en encontrar un lugar abierto, pero si no iba por las dichosas fresas me iría peor.

-¿Dónde están las llaves?- dije moviendo las miles de cosas que había en el tocador.

-las traes en las manos… aggh, ¡apresúrate!-

-ya voy, ya voy-

Fin de la narración*

Narra harry*

-Harold despierta… harry ¡despierta!- iryan se mantenía sacudiéndome, hasta que por fin logré salir de mi profundo sueño y me senté en la cama, alarmado de que ella se sintiera mal por el bebé, pero cuando le miré no tenía cara de dolor.

-¿pasa algo?- ella asintió sobándose el abdomen un poco abultado.

-tengo un antojo terrible de unas fresas con chocolate- ¿esto era de verdad?, miré mi reloj de mesa, ¡son las tres de la mañana!

-¿ya viste la hora?, iryan mañana tengo que trabajar- volví a colocar mi cabeza en la almohada pero de nuevo sus manos me sacudían.

-¿acaso quieres que tu hijo nazca con cara de fresa?- me froté la cara, no sabía si para despabilarme o porque estoy irritado.

-solo dime una cosa, iryan, ¿Dónde voy a conseguir fresas con chocolate a las tres de la mañana?- ella se encogió de hombros restándole importancia a mi tono enojado de voz.

-no lo sé, solo encuéntralas, tu hijo tiene hambre- no puede ser, si la mujer ya era una terca ahora es el doble, me levanté de la cama y cogí unos pantalones y una camiseta, me puse todo y mis tenis, seguramente tardaría bastante en encontrar un lugar abierto, pero si no iba por las dichosas fresas me iría peor.

-¿Dónde están las llaves?- dije moviendo las miles de cosas que había en el tocador.

-las traes en las manos… aggh, ¡apresúrate!-

-ya voy, ya voy-

Fin de la narración*

MY GIRL 2 (LIAM PAYNE Y TU)Where stories live. Discover now