MY GIRL 2 (LIAM PAYNE Y TU)

capitulo 25.- a pesar de todo, sonrío.

Narra Paula*

-hola dani, no te ves muy descansada, ¿te ocurre algo?- vi a mi amiga y socia parada en el aula de baile, su cabello rizado estaba despeinado y debajo de los ojos traía las temibles ojeras.

-¿podrías estar de otra forma, cuando tu madre se va a morir y tú no puedes hacer nada por ella?- con el corazón en la mano fui a abrazarla, no le iba a decir nada, porque no sabía que, simplemente sería el hombro en donde sus lagrimas podían caer, todos alguna vez en algún momento necesitamos uno.

- claro que puedes hacer algo por ella… hacerla feliz mientras dure, por ejemplo-

-no sé cómo voy a poder vivir sin ella-

-la vida sigue, dani, todavía tienes mucho por delante, a tu mamá no le gustaría que hablaras así- danielle se secó las lagrimas y trató de sonreírme, aunque no lo lograba del todo, ya era algo que lo intentara.

-¿Cómo te fue hoy?, ¿hablaste con mi amigo, harry?-

-sí, tuve que contarle todo, me dijo que será más fácil meter a la cárcel a Alex sí los golpes aún se me notan- miré de nuevo a mis brazos, tenía unos moretones color verdoso, se veían grotescos, aún no puedo creer que haya aguantado tanto tiempo que mi novio, más bien mi ex novio me golpeara, un día, dani por accidente vio mis brazos descubiertos justo cuando trataba de cambiarme, se asustó tanto que pensó en llevarme a un hospital, luego tuve que contarle el motivo, ella me apoyó, primero, hizo entender a mi mente sumisa lo muy errónea que me encontraba, así lo abandoné  dos meses después, fui a vivir a casa de mis padres nuevamente, pero no les dije el motivo por el que lo hice, solo dije la mitad de la verdad “terminé con Alex”. Hace un mes el imb’ecil volvía a acosarme, diciendo que me amaba, que todo eso lo hacía porque me amaba, cuando casi me mata a golpes, me mandó al hospital unas dos veces y por si fuera poco tengo que tomar terapia psicológica por su culpa, decidí que era tiempo de ponerle un alto definitivo, por lo que dani me recomendó tener la asesoría de un abogado, y así fue como di con harry styles, su amigo, hoy  mismo comenzaría los trámites para demandar a Alex por acoso y violencia.

-me alegra que por fin hayas abierto los ojos, ese est’upido se merece lo peor-

-bueno, nosotras aquí sentadas y  ya es hora de que las alumnas lleguen- ambas nos levantamos, el leotardo negro de manga larga me lastima un poco mis heridas, pero no lo suficiente para dejarme sentada sin hacer nada, si no tuviera el baile, no sabría qué sería de mí ahora.

Fin de la narración*