Sympathy for the Devil

15K 1.4K 534
                                    


Tomaron la autopista dieciocho y en pocos minutos se vieron del otro lado de la ciudad. Era muy diferente a la tranquila vida del Campus, allí sólo había ruido y tráfico. Muy pocas veces Jack tuvo la necesidad de salir de su entorno de vida universitario para llegar a ese punto del estado. No pudo negar que estaba algo inquieto ya que apenas conocía a Jeremy y no tenía la menor idea hacía donde lo arrastraba. Este notó algo de su nerviosismo.

—¿Nervioso? ¿Temes que voy hacerte daño? —Jeremy veía la mirada de niño asustado de Jack.

—No —Mintió.

—Tienes un defecto muy grande Jack: ¡Piensas demasiado! ¡La juventud se te va a ir pensando cosas! ¡Tienes que vivir más y pensar menos! ¿Qué edad tienes? ¿Dieciocho años apenas?

—¡Veintidós! —rechistó como si fuera una gran diferencia. A todas estas Jack se preguntaba qué edad tendría Jeremy. De cierto era mayor que él pero no llegaría a los treinta aún. Asi que se motivó a preguntarle —¿Qué edad tienes?

—Veintisiete...bien vividos. Si tuviera que morir hoy, Jack, lo haría con una sonrisa en la boca. ¿Sabías que los griegos tenían un dicho que decía que era mejor morir antes de los treinta tras una vida llena de peligros y aventuras que llegar a viejo y haber vivido cobardemente sin arriesgarse a nada? ¡Tenían razón!

Jack sonrió, definitivamente con Jeremy era muy difícil que llegara a viejo.

Llegaron a una zona pudiente de la ciudad. Una avenida comercial donde lo que predominaban eran los almacenes de lujo y las joyerías. Los edificios eran antiguos pero todos exquisitamente restaurados. Jeremy entró al estacionamiento de uno, y una vez allí se detuvo y ambos bajaron del auto.

—¿Sabes? No suelo traer a nadie aquí. Mi departamento es mi Santuario personal. Confío en ti, Jack...—Con esa mirada de cachorro asustado por supuesto que Jack no presentaba ningún riesgo para él.

Llegaron al ascensor y de allí al último piso del edificio. Cuando este abrió se encontraron frente a un pasillo que daba a un único departamento. Era un bonito Pent-house que sorprendió gratamente a Jack por su hermosa decoración y lujo.

—¡Te apuesto a que pensabas que vivía como un maldito menesteroso! ¡Pues no! ¡No eres el único niño rico aquí! —Jeremy lanzó sus llaves en un buró y se dirigió directamente a la cocina.

Jack contemplaba el lugar. En realidad comparándolo con su departamento actual frente al Campus este era un palacio. Su departamento era más bien pequeño, cómodo, pero sencillo. Su padre se lo compró con el mero capricho de que no viviera en una residencia estudiantil, y este estaba cómodamente situado frente a la universidad. Pero el departamento de Jeremy era todo lujo desde que atravesabas la puerta. Jack salió hacía una especie de espacio abierto desde podía contemplarse la bulliciosa ciudad, y ver hasta los puertos. Era una hermosa terraza con un área de lounge y un jacuzzi.

—¿Vives aquí solo? —preguntó Jack intrigado.

Jeremy venía con dos cervezas. Rodeó a Jack con su cuerpo mientras este estaba recostado de un pequeño muro mirando la ciudad.

—Si...en realidad casi ni me la paso aquí. O estoy metido en una "Fiesta" o amanezco en el departamento de alguien. —Le ofreció la cerveza a Jack. Dudó un poco si debía tomarla pero también ansiaba desde hace mucho beber una. Hacía mucho que no probaba una cerveza de verdad.

—Tenemos mucho en común Jack. Yo también tengo Papis Ricos y siempre he sido alguien acostumbrado a los lujos. Pero esto no me lo compraron mis padres...Las drogas dan mucho dinero, a veces más del puedes gastar en una sola vida —Jeremy con total descaro no tuvo vergüenza en decir a que se dedicaba. Él era uno de los principales distribuidores de la zona, de hecho era quien le suministraba a Nial la mercancía que este vendía en la universidad.

El día que me atreva a decirte que TE AMO (¡Disponible el TOMO 1 en Físico!)Where stories live. Discover now